La directora del Instituto de Ciencias Forenses, la doctora Edda Rodríguez, confirmó este viernes que los investigadores se encuentran analizando nueva evidencia relacionada al caso del asesinato del niño Lorenzo González Cacho, de 8 años, ocurrido el 9 de marzo del 2010, en su residencia en Dorado.

El laboratorio forense de ADN-Serología analiza diferentes tipos de evidencia biológica recuperadas en escenas de un crimen con el propósito de identificar y caracterizar biofluidos como sangre, semen y saliva, también de muestras de pelo recuperadas en piezas de evidencia o el lugar de los hechos para identificar características y compararlas con las muestras sometidas o que se encuentran en sus archivos.

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 “Es una evidencia nueva que se sometió para análisis de serología y ADN… son muestras levantadas en un objeto, pero no hay ningún individuo", respondió Rodríguez cuando se le preguntó si eran muestras para corroboración o un nuevo análisis.

La doctora respondió que no sabe en qué fecha se sometieron para análisis las piezas de evidencia ni quien las solicitó, al preguntarle si fueron los investigadores de la escuadra del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), donde está asignado el agente investigador del caso, Simón Rosa, o directamente de la División de Homicidios del CIC del área de Bayamón, quienes hicieron la petición.

Rodríguez agregó que no tiene tiempo estimado de cuándo podrían estar listas las pruebas ya que eso depende de la cantidad de piezas que habría que analizar. No detalló la cantidad ni de qué tipo de objeto se trata.

La patóloga aclaró que los investigadores del ICF no pasan juicio sobre el valor de la prueba para evaluar. “Nosotros analizamos la evidencia y tan pronto está lista, se le somete al fiscal”.

 El 13 de mayo del 2010, el ICF, había anunciado que le entregó la totalidad del expediente del caso con los resultados de los análisis solicitados por la Unidad Especializada de Violencia Doméstica y Maltrato de Menores de la fiscalía de Bayamón.

En esa ocasión, la doctora María Conte Miller, indicó que la prueba científica de este caso era “robusta, es inexpugnable” y que era de un gran valor científico.

 Para esa fecha, se indicó que el niño fue atacado con un chuchillo y se le golpeó con un objeto que podía ser una superficie “lisa, amplia y plana”.

La prueba inicial había establecido que además de la progenitora del menor, Ana Cacho, señalada por las autoridades como una de las personas sospechosas del crimen, había otras personas en la residencia el día de la muerte del menor.

Además de la madre del niño, el Departamento de Justicia ha señalado como sospechosos al agente federal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), William Marrero Rivera, Jesús Genaro Camacho y Arnaldo "Naldy" Colón.

 Prueba adicional pertinente al caso también fue analizada para marzo del 2011, por el ICF.