La directora del Instituto de Ciencias Forenses, Dra. María Conte Miller, reveló hoy que ya culminaron los análisis de las pruebas toxicológicas en el caso del niño Kendriel Hernández Candela de dos años de edad.

Hace cuatro días que el menor fue desconectado del ventilador que lo mantenían con vida, luego de que los neorocirujanos del Hospital Pediátrico certificaran que el infante, que presuntamente sufrió una intoxicación con cocaína, tenía muerte cerebral.

El ICF tendrá que establecer la causa de muerte y si en efecto tenía cocaína en su sistema u otra sustancia controlada.

La patóloga forense Rosa Rodríguez se reunirá la semana próxima con el fiscal a cargo del caso para discutir los hallazgos y conclusiones.

“Debido a que esta es una investigación en curso no se divulgarán detalles del informe de la patóloga”, sostuvo Conte Millar, en un escueto comunicado de prensa.

De acuerdo con la investigación preliminar de la agente Gilma Rivera, adscrita a la División de Delitos Sexuales y Maltrato de Menores, el miércoles de la semana pasada, a eso de las 11:00 p.m., la madre del niño, identificada como Perla Mari Canela England, lo llevó inconsciente a la sala de emergencias del Hospital del Maestro en Hato Rey.

El personal médico le practicó las técnicas de resucitación cardiopulmonar ya que no tenía signos vitales y lograron colocarlo en un respirador artificial para trasladarlo al Hospital Pediátrico.

Ante esta situación, el Departamento de la Familia tiene la custodia del infante, de su hermano de 5 años y su hermanita de 7 años de edad, quienes vivían con su abuela y su progenitora en un apartamento del residencial Ernesto Ramos Antonini en Río Piedras.

Hasta el momento se sabe que cuando ocurrieron los hechos estaban en el apartamento la abuela de los menores, el novio de la progenitora, quien se ha negado a ofrecer su versión, un tío y su esposa, y los tres menores.