La tercera víctima de la masacre reportada durante la madrugada del lunes, en un apartamento del edificio dos del residencial Nemesio R. Canales, en Hato Rey, fue identificada como Sean Paul Lugo Castillo de 20 años y residente en Carolina.

Este tenía antecedentes penales tras ser fichado en el 2024 por violación a la Ley de Sustancias Controladas. Se desconoce la disposición del caso en el tribunal.

Los hechos se reportaron a las 2:07 a.m., cuando llegaron al residencial dos vehículos con gatilleros armados, en su mayoría con rifles, quienes abrieron fuego hacia el apartamento 19 donde se encontraban las tres víctimas, entre ellas Bengie Abraham López Pellot, de 35 años y vecino de Canóvanas y su hijastro Bienny Sosa Matías, de 19, ambos con expediente delictivo por violación a la Ley de Sustancias Controladas y Ley de Armas.

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Bengie A. López Pellot, fue asesinado junto a su hijastro y a otro hombre en el edificio dos del residencial Nemesio R. Canales, en Hato Rey.
Bengie A. López Pellot, fue asesinado junto a su hijastro y a otro hombre en el edificio dos del residencial Nemesio R. Canales, en Hato Rey. (Suministrada por la Policía)

Lugo Castillo, que recibió un impacto de bala en la cabeza, fue declarado muerto a las 6:37 a.m. en el Centro Médico de Puerto Rico, en Río Piedras.

Bienny Sosa Matías, fue una de las tres víctimas de la masacre del residencial Nemesio R. Canales, en Hato Rey.
Bienny Sosa Matías, fue una de las tres víctimas de la masacre del residencial Nemesio R. Canales, en Hato Rey. (Suministrada por la Policía)

La teoría inicial de los investigadores es que el caso podría estar vinculado con el trasiego de drogas o armas.

Resultaron heridos en la balacera dos hombres y una mujer, de entre 20 y 24 años, que estaban en los alrededores del lugar cuando comenzó el tiroteo.

En el apartamento se ocupó como evidencia dos rifles, uno de ellos sin número de serie y alterado, seis cargadores de arma larga, cuatro cargadores de pistola, una pistola Glock calibre .40, sobre $2,000 en efectivo y picadura de marihuana.

Además, se levantaron sobre 300 casquillos de diferentes calibres, entre ellos de rifles.

El agente José Flores adscrito a la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan, junto a la fiscal Sarimar Andreu Pérez, se hicieron cargo de la investigación.