Tras más de cuatro años de litigio contra la iglesia católica, unos 211 maestros que formaban parte del Fideicomiso del Plan de Pensiones para las Escuelas Católicas llegaron ayer, viernes, a un acuerdo que les permitirá recibir una cantidad “sustancialmente reducida de lo que hubieran sido sus beneficios” para crear su propio plan de pensiones, confirmó el abogado de los demandantes, Germán Brau.

El letrado no divulgó la suma de dinero que recibirán desde este próximo mes de noviembre los empleados de las escuelas Academia del Perpetuo Socorro, la elemental del Colegio San Ignacio y el Colegio San José de Caparra. Señaló que esos datos de la negociación no se pueden divulgar.

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No obstante, destacó que la suma de dinero a la que los empleados tenían derecho fluctuaba entre $10 a $12 millones. Insistió en que esa cantidad quedó “sustancialmente reducida”.

Asimismo, como parte del acuerdo, “nosotros los demandantes aceptamos la posición de la iglesia sobre su estructura. Reconocimos que los patronos de los empleados demandantes son las escuelas, que son los que tienen que pagar”.

Brau comentó que, al aceptar el acuerdo, los demandantes reconocieron que la iglesia católica atraviesa por una estrechez económico que llevó a la Arquidiócesis de San Juan a irse a la quiebra.

“La iglesia hubiera preferido no tener que pagar y nuestros clientes que pagaran completo. Pero, mis clientes no se fueron con las manos vacías”, destacó el licenciado.

Por su parte, el monseñor Roberto González Nieves expuso en una carta dirigida a la arquidiócesis que “desde el inicio de las reclamaciones hace cuatro años, ha sido nuestro deseo, así como el de las escuelas, dar reposo a estas controversias”.

Somos una iglesia arquidiocesana pobre que dentro de sus posibilidades hace su mayor esfuerzo para hacer justicia. Nos quedan aún otros litigios que atender por lo que seguiremos dialogando para avanzar en este proceso dentro de nuestras posibilidades. Desde que asumí esta encomienda episcopal siempre ha sido mi deseo de promover el diálogo, el respeto, la paz, la justicia y la sana convivencia en nuestra Patria. Éste fue, y continúa siendo, mi compromiso”, dijo el arzobispo.

Por otro lado, Brau explicó que el dinero les comenzará a llegar a los empleados, algunos de los cuales no se han retirado todavía, en noviembre. En el interín, estos crearán un fideicomiso, el cual les evitaría tener que pagar contribución sobre ingreso o Seguro Social sobre el dinero que recibirían mensualmente como pago de su pensión.

Los empleados estipularon que se continuarían con las mismas reglas que tenía el fideicomiso que mantuvieron hasta el 30 de julio de 2016 con la iglesia católica, pero que reducirían la base de los pagos mensuales que recibirían aquellos que ya están jubilados en un 70%.

“Ellos van a estar administrando su propio fondo de retiro, haciendo unos ajustes para que les duren más”, expuso.

Otros 500 empleados afectados por el cierre del Fideicomiso del Plan de Pensiones para las Escuelas Católicas mantienen una demanda federal. Brau comentó que ha sabido que este grupo también se encuentra en negociaciones para culminar el caso.