San Germán.- “No me lo mataron en la guerra y me lo asesinan en la casa’’.

Para Ricardo Ramírez, la muerte de su hijo Rafael Ramírez Ortiz, de 31 años, no tiene explicación razonable, luego que fuera asesinado en la noche del domingo de tres impactos de bala en la marquesina de la residencia de campo, donde llevaba varios meses, en el sector Casanga del barrio Caín Alto de San Germán.

Ramírez Ortiz, oficial de custodia del Complejo Correccional Las Cucharas de Ponce y quien como miembro de la Guardia Nacional regresó en noviembre pasado de una misión militar en Honduras, recibió impactos de bala en la cabeza, mano izquierda y costado derecho.

Su padre no alcanza a tener una explicación lógica para lo que aparenta haber sido un crimen por acecho del sujeto que le quitó la vida.

“Estuvo en Irak y en Afganistán, como año y medio en cada lugar..., por allá no me lo mataron y mira donde me lo vienen a matar, en la casa’’, dijo un destrozado padre, quien describió a su hijo como uno ejemplar y quien ayer lunes completaba su divorcio.

Sus 12 años en la Guardia Nacional y 10 como oficial de custodia quedaron tronchados con el inesperado crimen. Ramírez Ortiz se había incorporado hacía algunas semanas a sus labores en Las Cucharas en Ponce luego de haber agotado su licencia militar .

“Mi teléfono no para de sonar de amigos y compañeros tanto de la Guardia Nacional, como de la Administración de Corrección que lo estimaban, porque se daba a querer con todo el mundo y como hijo era excepcional’’, dijo Ramírez, quien labora en una empresa de manufactura de galletas en la región sur.

Según Ramírez, un amigo de la esposa de su hijo fue detenido como sospechoso del crimen porque antes de morir éste conversaba con una amiga por teléfono y enganchó cuando le dijo que el sujeto, apodado “Bebo”, había llegado a su casa a buscar problemas.

“Precisamente hoy (ayer), iban al Tribunal de Mayagüez para completar el divorcio por consentimiento mutuo’’, añadió Ramírez al reiterar que su hijo era una persona muy estimada y querida en todo el pueblo de San Germán.

Entrada la tarde de ayer, el sargento Ferdinand Acosta, supervisor de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales de la región de Mayagüez, confirmó que había detenido a un sujeto apodado Bebo, que figuraba como sospechoso del crimen de Ramírez Ortiz.

Acosta dijo que se espera que en las próximas horas el caso quede, para los efectos investigativos, esclarecido y que se estén radicando cargos criminales por los delitos de asesinato en primer grado y violaciones a la Ley de Armas.

La fiscal Rosa Acevedo está a a cargo de la investigación del caso junto con el agente Tomás Cruz de la Unidad de Homicidios.