Esta mañana continuó la vista preliminar contra Jensen Medina Cardona, el hombre al que se le imputa el asesinato de la joven empresaria Arellys Mercado Ríos en medio de un confuso incidente por un celular.

El proceso, que se llevó a cabo en la sala de la jueza María T. Rivera Corujo, inició con la declaración del primer testigo del Ministerio Público, el agente Alexis Pérez, quien trabaja para el área de servicios técnicos del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Fajardo.

Por más de dos horas el interrogatorio estuvo enfocado en conocer detalles del proceso de levantamiento de pruebas que hizo el agente, cuyo proceder fue puesto en entredicho por el abogado de Medina Cardona, el licenciado Jorge Gordon.

Inicialmente, Pérez explicó que llegó a la escena cerca de las 11:50 de la noche luego que le avisaran por radio control de un incidente en el que se escuchó “un tiro” en Villa Marina Boulevard. Cuando llegó a la escena, dijo, el área estaba custodiada por agentes de operaciones tácticas.

Expresó que procedió a delimitar la zona con las cintas amarillas que se utilizan en escenas criminales y tomó una serie de fotografías de la escena. También levantó piezas que forman parte del desfile de pruebas y que incluyen un casquillo 9mm que encontró en un área de madera del muelle. Una botella de agua y una gorra (con la palabra PICHEA) también fueron marcadas como evidencia, según muestran las fotos.

De las imágenes tomadas por Pérez, 11 fueron presentadas en sala por el fiscal Eduardo Beale. En las fotos se percibe el cuerpo de la occisa tirado boca arriba, en un charco de sangre y sobre un área de cemento. Las imágenes también mostraban la embarcación en la que, se presume, llegó Arellys hasta el muelle.

El agente explicó que llevó toda la prueba levantada al Negociado de Ciencias Forenses el 21 de agosto, tres días después del asesinato de Arellys. Dijo que todo el material estuvo bajo llave en un encasillado al que sólo él tiene acceso.

En cambio, Gordon trató de sembrar dudas sobre el manejo de escena realizado por el agente Pérez a través de una línea de preguntas en las que salió a relucir que el investigador no ordenó “embalar”  las manos de la occisa, un proceso que se realiza para proteger zonas que pudieran contener potencial evidencia.  Además, admitió también que tampoco tomó muestras con un hisopo de unas manchas de sangre que había en el muslo de la víctima ni de una botella de aparente licor que había en la embarcación en la que esta viajaba. A instancias de la defensa Pérez reconoció que tampoco examinó una bolsa plástica con artículos en el interior que había en el bote, ni el camarote.  La activación de los buzos de la policía, para corroborar si había algún tipo de evidencia (casquillos) en el agua, tampoco fue activado por Pérez. Este indicó que esa es una gestión que le correspondía al agente investigador del caso Luis Alejandro Velázquez.

Posteriormente, en el redirecto el fiscal le inquirió a Pérez explicar por qué no había "embalado"  las manos de la víctima y este indicó que no lo hizo porque la occisa no presentaba heridas de defensa. 

Esta tarde continúa la vista preliminar en el Tribunal de Fajardo.

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