Las superintendencias auxiliares de Operaciones Especiales (SAOE) e Investigaciones Criminales (SAIC) continúan uniendo sus estrategias con las de agencias federales para lograr el arresto de los presuntos sospechosos y así esclarecer la primera masacre de 2023, ocurrida la noche del lunes en el residencial Jardines, de Cataño, que cobró la vida de un niño de 4 años y de dos adultos.

El comisionado del Negociado de la Policía, Antonio López Figueroa, se movilizó hoy al residencial para supervisar directamente el curso de la investigación que aseguró que está adelantada.

“Sabemos quiénes son y no vamos a escatimar en esfuerzos para esclarecer este caso”, sostuvo durante una entrevista con medios de televisión, al tiempo que descartó que los narcotraficantes estén controlando a Puerto Rico.

Estos planes también tienen la finalidad de intentar prevenir que ocurran más crímenes en venganza.

Mientras tanto, uno de los equipos investigativos continúa desarrollando un plan para detectar y arrestar a gatilleros de las organizaciones criminales que se disputan el poder por el control del trasiego de drogas. Ayer, se concentraron en los residenciales Vista Hermosa de Puerto Nuevo y Zenón Díaz Valcárcel, en Guaynabo, grupos que son rivales de la pandilla en el complejo de vivienda pública de Cataño, liderada por Edwin Rivera Pérez, alias Bubu.

Estas intervenciones tuvieron el saldo de la ocupación de dos pistolas alteradas para disparar como automáticas, cargadores, municiones y dos radios de comunicaciones, en uno de los 76 apartamentos que se encuentran deshabitados en el residencial Vista Hermosa, que se cree era utilizado como almacén de material ilícito, informó el capitán Luis E. Díaz, director del Negociado de Inteligencia y Arrestos del SAOE.

El Negociado de Inteligencia y Arrestos ocupó las armas de fuego, balas, cargadores y radios de comunicación en un apartamento vacío del residencial Vista Hermosa.
El Negociado de Inteligencia y Arrestos ocupó las armas de fuego, balas, cargadores y radios de comunicación en un apartamento vacío del residencial Vista Hermosa. (Suministrada)

“Estas son iniciativas del Plan 100 x 35 para continuar interviniendo en estos residenciales públicos que tienen apartamentos vacíos que se usan como almacén por estas organizaciones. Estamos levantando inteligencia y corroborando toda la información que nos llega no tan solo en el caso de Cataño sino en otros. No porque mataran al niño estamos interviniendo, pero el fin común es indagar sobre este caso y otros”, comentó Díaz.

Por su parte, el comandante Wilson Lebrón Otaño, director del Negociado de Drogas, Narcóticos, Control del Vicio y Armas Ilegales, sostuvo que se van a concentrar en Cataño, Guaynabo y la zona metropolitana, que es el área del conflicto en busca de delincuentes que pudieran estar vinculados con los hechos.

Al presente, la información obtenida es mediante confidentes y no por la colaboración de la ciudadanía que vive atemorizada por la violencia generada en torno a sus hogares.

“Seguimos en las áreas del conflicto buscando a las personas que podrían estar vinculadas a estos eventos. También buscamos a Bubu”, comentó Lebrón Otaño.

Se reiteró el llamado a la ciudadanía para que colaboren con la pesquisa de manera confidencial llamado al (787) 343-2020.

La teoría que se investiga es que el objetivo de los pistoleros, que logró escapar ileso, podría ser Bubu, descrito como el líder de la organización criminal que opera en el residencial Jardines de Cataño, que fue vinculada a una balacera con policías en mayo de 2022, en el balneario Punta Salinas, en Toa Baja.

La División de Crímenes Cibernéticos indaga si es veraz la información que surgió sobre una publicación que hizo Bubu o de alguien relacionado con él en Facebook en el que le avisaba a quienes lo buscaban que se encontraba en el residencial.

Las divisiones de Drogas y Narcóticos de la zona norte están reforzando con más personal los planes de trabajo en curso.

Los hechos ocurrieron a las 7:30 p.m. de este lunes, cuando pasó por la avenida Flor del Valle, en Cataño, frente al complejo de vivienda pública, una guagua Toyota Tacoma, color gris y junto otro vehículo, desde la cual abrieron fuego contra Johnny Jay Osorio García de 24 años, quien era vecino del residencial Rosendo Matienzo Cintrón de ese municipio y Jesús Carrasquillo Alicea de 23 años, vecino de la urbanización Royal Town en Carolina.

El primero, murió en la entrada del residencial y Carrasquillo Alicea, fue abandonado frente al Centro de Diagnóstico y Tratamiento de Cataño.

Mientras que, la madrugada del martes, el pequeño, Ian Javier Ordoñez, que recibió un impacto de bala en el abdomen, fue declarado muerto en el Centro Médico de Puerto Rico, en Río Piedras.

Otros menores, una niña de 9 años y un niño de 10, ambos hermanos, resultaron heridos de bala y fueron dados de alta anoche.

En el lugar había un compartir familiar al momento de la balacera. En la escena se recuperaron sobre 100 casquillos de calibre .40, 9 milímetros y de rifle.