El médico colombiano Carlos Ramos Corena, conocido como el “cirujano de las Barbies”, tendrá que enfrentar juicio en Puerto Rico por alegadamente ejercer la práctica de la medicina aquí de manera ilegal.

Al juez Enrique Silva Avilés le tomó unos 15 minutos llegar a su determinación, luego de escuchar el contrainterrogatorio al perito de fiscalía, el cirujano plástico Carlos Portocarrero, y los argumentos finales del Ministerio Público y la defensa, que está a cargo del licenciado Mario Moczó.

Ramos Corena enfrenta ahora cinco cargos vinculados a tres  mujeres a quienes atendió en el 2014 en un spa en Hato Rey y otras dos que ya eran sus pacientes previamente pero que también le fueron a consultar allí, según indicó la fiscalía.

La lectura oficial de los cargos se fijó para el 8 de diciembre y el juicio iniciaría el 18 de enero.

Hasta ahora no ha habido ningún diálogo para llegar a algún preacuerdo. 

A su salida de la sala, acompañado de aproximadamente una docena de personas, Ramos Corena, visiblemente afectado, no quiso hacer expresiones y se marchó, mientras su abogado insistió en su inocencia.

“Obviamente no concordamos con la determinación… pero nos prepararemos para la próxima etapa. Eso no cambia el hecho de que mi cliente es inocente”, dijo Moczó, al tiempo en que aseguró que en Colombia no se le acusó por la muerte de la puertorriqueña Nancy Santana, ni tampoco enfrenta ningúna otra investigación.

Santana fue a consultarse con Ramos Corena en ese spa y poco después viajó a su clínica en Colombia, pero la intervención no salió bien y a los pocos días la mujer falleció.

Según Moczó, el médico colombiano no hizo ninguna consulta aquí, ni ejerció la medicina.

“Aquí no hubo tratamiento. Él cumplió con su deber de dar consejo”, fue uno de los argumentos que ofreció en sala.  

El fiscal a cargo del caso, Martín Ramos Junquera, espera que el proceso sirva como disuasivo a otros médicos que vienen a buscar clientes aquí.

“Es un mensaje claro que en Puerto Rico el Departamento de Justicia no va a permitir la práctica ilegal de la medicina... Para el Departamento de Justicia eso no es tolerable”, afirmó.

Plaga que no se detiene

El cuadro que describió el doctor Porotocarrero sobre el problema de salud pública que enfrenta Puerto Rico ante las cirugías que se realizan sin los cuidados necesarios, fue uno aterrador.

Mujeres seducidas por la promesa de un arreglo físico a mejores precios de los que conseguirían si se operan aquí, para luego encontrar que no sus doctores no están preparados, las han mutilado o no les dan el seguimiento mandatorio tras la operación, lo que redunda en infecciones severas, embolias y otras complicaciones.

“Eso es todas las semanas... yo atiendo casos así todas las semanas”, insistió el cirujano.

De las cinco mujeres que fueron testigos por ir a la clínica de Ramos Corena, Portocarrero tuvo que intervenir con dos de ellas. Otra acabó en una sala de emergencias y la otra fue Santana, quien falleció.  

Y tan reciente como hace dos semanas el cirujano plástico tuvo que intervenir a una muchacha que se sometió a una reducción de la barriga en República Dominicana y la cosieron con hilo de pescar. Atendió hace un año a otra mujer operada en Colombia que tenía mucho dolor. Tras hacerle unos estudios encontraron que le habían sacado mucho más que grasa: también le extirparon uno de sus riñones.

“Este señor no es cirujano plástico, es generalista, si regresas antes de tiempo (de una operación) recargas el sistema de salud del país que está quebrao”, lamentó al tiempo en que dijo que la práctica de llevarse pacientes fuera de la Isla no implica una competencia desleal ni afecta sus ingresos.

“Yo no doy abasto con lo que tengo y mi agenda está completa hasta verano”, indicó.