“Todos menos Parga”.

El ex senador Jorge de Castro Font involucró a legisladores, funcionarios de gobierno, empresarios y miembros de la alta cúpula del Partido Nuevo Progresista en esquemas similares de corrupción, por los cuales ayer se le sentenció a cinco años de prisión.

De Castro , quien se había declarado culpable por cargos relacionados con la venta de influencias, describió con lujo de detalles los actos de corrupción perpetrados por otros colegas y correligionarios, implicando al menos a 85 individuos. Y todo ello antecedió la sentencia emitida ayer contra De Castro. Lo hizo en una extensa vista a puerta cerrada.

“Habló de atenienses y troyanos”, dijo una fuente de Primera Hora, refiriéndose a penepés y populares.

En marzo de 2009, Primera Hora reseñó que De Castro había vinculado a los cabilderos y abogados Ángel Cintrón, Guillermo Zúñiga y Alfredo Escalera con las actividades de recaudación para Kenneth McClintock, otros legisladores y “los Auténticos”, a cambio del seguimiento y la aprobación de proyectos para importantes clientes como el corredor de seguros Andrés Guillemard, entre otros.

La fuente indicó a Primera Hora, entonces, que Ángel Cintrón “no recaudaba tanto dinero” para los Auténticos porque utilizaba “el pasaporte de Luis Fortuño”, para que los legisladores de Cámara y Senado aprobaran sus proyectos.

Relató la fuente que cuando el ex gobernador y ex senador por Arecibo Pedro Rosselló fracasó en su intento de desbancar a McClintock de la presidencia del Senado, se levantaron en su contra los senadores estadistas Orlando Parga, Lucy Arce, Migdalia Padilla, Carlos Díaz, el hoy secretario de Estado y el propio De Castro, denominados en el PNP como los Auténticos, se dijo.

La fuente hizo la salvedad de que de todos los Auténticos, el único que no aceptó dinero fue el ex senador Orlando Parga.

La fuente le atribuye a De Castro haber dicho a los federales que McClintock había ordenado a “los Auténticos” ayudar a Zúñiga y a Escalera aprobándoles los proyectos para poder levantar el dinero.

Los Auténticos lo niegan.