Consideración y condescendencia.

Eso fue lo que pidió el juez superior de Utuado Roberto García Vega tras ignorar una luz roja, impactar con fuerza un auto, intentar irse a la fuga, aceptar que había bebido alcohol y negarse a la prueba de aliento.

El demoledor testimonio vertido ayer por el agente Edwin Medina, quien acudió al lugar donde finalmente se detuvo al juez, reveló eso y más.

“En la entrevista inicial, cuando estábamos en (la División de) Tránsito, en ese diálogo me dijo cuál era su trabajo... y me pidió que si podíamos ser más condescendientes”, declaró durante una vista administrativa de la Comisión de Disciplina Judicial (CDJ) del Tribunal Supremo.

La declaración provocó un leve suspiro de asombro entre los presentes, mientras que García Vega reaccionó bajando la cabeza y moviéndola de lado a lado, diciendo que no.

“La cita en el tribunal se hizo de acuerdo al schedule (itinerario) de él. Le di las fechas disponibles, y él me indica que la primera no era cómoda para él por su trabajo y yo le pregunté qué día se le hacía cómodo”, remató el oficial, quien lleva ocho años en la Uniformada.

Luego testificó el agente Ángel Vélez, quien estaba muy cercano al área del choque por otro asunto, y relató cómo el juez se detuvo brevemente tras chocar y de inmediato reinició la marcha y se pasó otros dos semáforos.

“Yo lo rebasé y lo mandé a estacionar... Le pregunté: ‘¿Usted se percató de que ocasionó un accidente?’. Él me dijo que sí, que se iba a estacionar y –medio en tono jocoso– yo le pregunté si se iba a estacionar en su casa”, contó el policía con 20 años de experiencia.

Vélez detalló que había un estacionamiento justo al lado del lugar del impacto; sin embargo, el juez paró cinco o seis cuadras más adelante cuando se lo ordenó.

Esa noche del 28 de enero de 2011, ambos agentes vieron latas de cervezas abiertas dentro del carro.

Los testimonios continuarán el 9 de octubre porque el abogado del juez, Juan Ramón Acevedo, insistió en que no estaba en condiciones para poder representar a su cliente por estar bajo medicamentos narcóticos debido a un accidente que tuvo la semana pasada.

De hecho, Acevedo perdió la mañana rogando que se pospusiera una vez más la vista. Dijo que no podía creer que lo estuvieran “obligando” a comparecer. Y llegó a amenazar con no presentarse por la tarde, creando un momento tenso cuando la presidenta de la Comisión, la jueza Aida Molinary, le respondió: “Pues tendrá que asumir las consecuencias”.

A su salida, Acevedo y el juez guardaron silencio.

Dos testigos del caso, Zamaris Rodríguez y Shahla Andújar, se quejaron de que tantas posposiciones les han afectado en sus respectivos trabajos.

“Independientemente de todo lo que he faltado y el estrés que esto causa, vale la pena saber que se hace justicia y que un juez no se va a salir con la suya ante la verdad”, dijo Rodríguez en un aparte con Primera Hora.

“Esa noche, la mujer que estaba con él fue bien intimidante y preguntaba: ‘¿Quién caraj... son ellas? ¿Por qué están aquí?’. No quería que habláramos”, agregó Andújar.

La Comisión evalúa la posible violación de los cánones de ética por parte del juez. También se investiga si se aprovechó de su cargo para tratar de evadir acusaciones.

Mientras, García Vega fue suspendido de sus labores como juez, pero sigue en “tareas administrativas” a la vez que continúa cobrando su sueldo.

A nivel criminal, el caso por cuatro cargos se encuentra ante el Tribunal Supremo, que estudia un pedido de reconsideración por parte del juez luego de decidir que no se le violentó su derecho a un juicio rápido y que el caso debía continuar su curso.