El juez federal Francisco Besosa determinó que Jorge de Castro Font debe permanecer bajo arresto domiciliario, como ha estado desde el 13 de septiembre pasado.

Besosa comenzó diciendo que entendía que había causa probable contra De Castro Font por violar la orden de protección emitida por las autoridades estatales. “Sin embargo, esta corte decide que si Jorge De Castro Font permanece bajo arresto domiciliario como ha estado hasta ahora no representa una amenaza de daño a otras personas o la comunidad” sentenció el juez federal.

Aclaró y le advirtió al acusado que cualquier otra violación, por más mínima que sea, de las condiciones que debe cumplir, será revocado automáticamente y arrestado al momento.

De Castro Font en ese momento se volteó y abrazó a su padre y a sus hijos.

La hija mayor de De Castro Font, Andrea, manifestó temprano que su padre está pasando por un proceso difícil y que todavía ama a su esposa.

"Él es un hombre que está pasando por un proceso muy difícil. Él ama a su esposa y cómo ustedes se sentirían si están en un proceso que puede ser que pierdas tu libertad por una cantidad de años y pierdas toda tu vida y la persona que tu amas y lleva contigo ocho años te abandona", expresó la joven de 18 años.

Agregó que la relación entre ellos era "un juego constante". Alegó que Delgado se iba y volvía cuando quería y "cuando volvía, había que regalarle un viaje o algo para que ella volviera con mi papá". Alegó que Delgado nunca la quiso y que la botó de la casa cuando ella tenía 15 años.

Durante el interrogatorio de la abogada de su esposo, Lydia Lizarríbar, Lisandra Delgado Alicea admitió que en ninguno de los más de 30 mensajes de texto que recibió en su celular, Jorge de Castro Font la amenazaba de daño físico.

La esposa del ex legislador declaró hoy en el tribunal federal que recibió más de 30 mensajes de texto y 19 llamadas después de que se emitió una orden de protección que impedía a de Castro Font tener contacto con ella.

En la continuación de la vista, donde se considera la posible revocación de fianza del ex legislador acusado de actos de corrupción, Lizarríbar le preguntó si su abogada Waleska Delgado Marrero le había comunicado al abogado de De Castro Font en el caso de divorcio, Luis Abreu Elías, que la condición para que se pudiesen divorciar por consentimiento mutuo era que el ex senador asumiera todas las deudas, y la testigo contestó que no sabía por qué ese asunto lo estaba atendiendo su abogada, pero que dudaba mucho que fuera así.

Fue entonces que Lizarríbar le mostró una carta que envió Delgado Marrero a Abreu Elías en mayo de 2010 que indicaba que ella no podía asumir el pago de ninguna de las deudas gananciales por su estado económico y al estar desempleada. Dice que ella está dispuesta a renunciar a cualquier bien ganancial a cambio de que su cliente asuma la totalidad de las deudas. Que si De Castro Font se va a la quiebra, no debía tener problema con eso.

Delgado indicó que fue una propuesta en un momento dado, pero no se ha concretado.

¿Por eso no han podido consentir a un divorcio por consentimiento mutuo?

- No, eso no es correcto.

La joven salió de sala junto con su abogada y no salió del tribunal por la entrada principal.

Luego testificó Gonzalo Rivera Pagán, cantinero del restaurante Cellar Wine and Bistro, en Palma Nova Plaza de Palmas del Mar. Manifestó que De Castro Font entró al negocio y le preguntó por su hermana Maru (María Eugenia De Castro Font). Fue entonces que vio al padre de su aún esposa y le dijo si podían hablar, a lo que él le contestó que no había nada de qué hablar. Y se fue.

La fiscalía federal también sentó a Migdalia Ojeda Martínez, secretaria del abogado Elí Galarza, con quien trabajó Delgado.

Testificó que el 22 de julio llegaron unas flores de parte del ex senador para Delgado. Cuando la llamó, le dijo que las dejara allí, que no las quería porque eran de De Castro Font. El ex legislador llamó al día siguiente para confirmar que llegaron y al otro día se personó a la oficina.

Relató que estuvo dos horas con ella hablándole de su relación con Delgado, "que la quería, que solo quería volver con ella".

"Me sorprendió porque no esperaba que llegara a la oficina ni que se quedara tanto rato. No lo conocía y me sorprendió que me hablara de su relación", indicó Ojeda, quien terminó llevándose las flores.

A la semana De Castro Font la llamó y le dijo que iba a llevarle una correspondencia que llegó a su casa, unas postales y unas fotos. Cuando se las entregó dijo que la había visto de camino, de carro a carro, y se fue.

Por la mañana testificó el oficial probatorio de De Castro Font, quien lo supervisa desde el 23 de enero de 2009.

Indicó que recibió varias quejas de su libertad condicional, pero que la tercera fue relacionada a la violación de la orden de protección que emitió su esposa. Dijo que se enteraron por los medios de dicha violación, que el 5 de septiembre él intentó contactarla en un restaurante en Palmas del Mar.

Recordó que dentro de las condiciones para su libertad bajo fianza, es que no puede violar ninguna ley federal o estatal.

"Violó una ley estatal de violencia doméstica en cuanto a la orden de protección", opinó Montañez.

A preguntas de Lizarríbar, dijo que no sabía con qué propósito fue al restaurante, que no sabía si era para buscar a su hermana o no.

Desde entonces, dijo que no ha recibido ninguna otra queja y que ha cumplido con las órdenes del tribunal.

La esposa del ex legislador Jorge De Castro Font, Lisandra Delgado Alicea, testificó que recibió más de 30 mensajes de texto y 19 llamadas de parte del acusado luego de emitida una orden de protección en su contra. Por dicha infracción de jurisdicción estatal, el Tribunal Federal considerará hoy la posible revocación de fianza hasta el día de su sentencia.

De Castro Font insiste en que encuentros con su ex fueron "coincidencia"

El ex senador manifestó que las veces que se encontró con su todavía esposa luego de emitida la orden de protección, fueron "coincidencia".

A preguntas de su abogada, el acusado de 47 años relató que desde el noviazgo, Lisandra Delgado y él se separaban y ella se marchaba a casa de sus padres en Humacao.

Dijo que cuando llegaron de la luna de miel, él le dijo que quería ir a buscar a sus tres hijos en casa de su padre, en Miramar, porque llevaba más de dos semanas sin verlos, y que ella le ordenó a uno de los choferes a llevarla a su casa en Humacao.

Volvieron a separarse en mayo de 2007, por 51 días. Dijo que siempre la buscaba, la llamaba y le enviaba mensajes de texto para tratar de arreglar la relación.

La próxima separación fue en septiembre de 2007, porque se molestó cuando llegó su hija Andrea con su novio a un restaurante donde comían. Regresó en febrero de 2008.

Se comunicó con ella mientras estaban separados.

"Hacía todo lo necesario para reconciliarnos y arreglar nuestro matrimonio", dijo De Castro Font.

En marzo de 2010, fue la última vez que se fue, "cuando empezamos a tener problemas" por los cargos que le sometieron en su contra.

"Creo que estaba bien nerviosa y creo que la gente le metía en la cabeza que yo iba a la cárcel de por vida y no teníamos dinero", agregó.

Dijo que ella quería ir a cenar, a la playa, a obras de teatro y que él le tenía que recordar que no tenían dinero y que él no estaba de humor para salir "con 180 cargos a mis espaldas".

Finalmente antes de irse, le dijo que quería separarse. Él le contestó que "quieres separación en este momento, tan difícil, me imagino que entonces quieres el divorcio, ya no me amas".

"Nunca la amenacé con hacerle daño físico. Nunca le he hecho daño físico, ni siquiera levantarle la mano", aclaró.
Destacó que el 14 de mayo su abogado recibió la carta de la abogada de Delgado diciendo que él debía asumir todas las deudas, que en ese momento sumaban $50 mil "y ahora van por $187 mil".
Su abogado le contestó que no el 17 de mayo, y tres días después ella fue a solicitar la orden de protección, que se oficializó el 27 de mayo.

Manifestó que el día que la vio en la misa, fue de casualidad porque él fue invitado a almorzar a casa de las tías de Delgado. Recordó que en ese momento no había orden de protección en su contra. Que cuando la vio en la pista de caminar tampoco había orden de protección.

El 5 de septiembre, cuando ella lo denunció a la Policía por supuestamente violar la orden de protección, De Castro Font dijo que también fue una coincidencia porque fue citado a Palma Nova, en Palmas del Mar, por su hermana María Eugenio "Maru" De Castro Font. Fue al restaurante Cellar Wine and Bistro buscando a su hermana, cuando se topó con la familia de su todavía esposa.

En un momento dado, el fiscal Ernesto López se refirió a su esposa como "Ms. Delgado" y De Castro Font lo corrigió y dijo: "Mrs. Delgado", por su estado de casada.

¿Por qué trató de contactarla?

"Ella es mi esposa. Estuvimos juntos por ocho años. Tuvimos peleas, nos separamos por semanas, pero regresaba y tratamos de resolver la situación", expresó De Castro.

Aclaró que desde que fue arrestado el 13 de septiembre, no ha vuelto a contactar a Delgado y se ha mantenido en arresto domiciliario con su padre desde entonces.

A preguntas del fiscal, dijo que sabía que había una orden de protección, pero que nunca la intimidó ni hostigó o amenazó.
Cuando López le preguntó si sabía que estaba violando la orden cuando le envió el mensaje de texto diciéndole que "ya le dije a mi papá que violé tu cabrona orden", y él contestó que sí lo escribió, pero que lo que intentaba era de contactarla, no amenazarla ni hostigarla.

Su testimonio fue corroborado por su propia hermana, quien dijo que lleva más de 15 años yendo todos los fines de semana a Palmas del Mar y citó a su hermano allí para cenar juntos.

Su padre, Rafael Adolfo De Castro Font, confirmó que ha obedecido las órdenes del tribunal desde que reside con él en Miramar desde el 13 de septiembre.

Mensajes de amor y odio

En la primera parte del interrogatorio en la mañana, a preguntas del fiscal Timothy Henwood, la joven de 32 años se refirió a su esposo en todo momento como "el señor De Castro" y evitó mirarlo mientras testificaba.

Relató que desde el 14 de marzo pasado se separó del ex legislador, con quien se casó el 23 de diciembre de 2005.

En mayo se impuso una orden de protección y que luego recibió innumerables llamadas y mensajes de texto desde su celular, el celular de sus hijos y de su apartamento en el condominio Parques de Loyola.

Leyó algunos mensajes de texto que recibió de De Castro:

"Me haces falta. No puedo vivir sin ti", "Contesta, tú no eres la más brava. Nunca te hice daño. No te tengo miedo. Estoy harto de amarte. Estás exagerando", "Ya le dije a mi papá que violé tu cabrona orden. Prefiero morir por tu desconsideración", "Llama a la Policía. Dale forward a la mierda de tu abogada", "Méteme preso embustera. Yo te amo", "Y tu mai le dijo a la jueza que temía por tu vida. Yo que te traté como una princesa. Atrevidos", "A pesar de todo te quiero", "Oye, mañana tengo vista en la sala 1108. Me gustaría tenerte a mi lado. Te amo", "Te busco ahora si quieres. Me casé contigo para siempre", "Qué fácil fue olvidarnos. No me entendiste ni ayudaste", "Dónde está la esposa que me visitaba en la prisión. La extraño, la necesito", entre muchos otros.

Destacó que el 5 de septiembre acudió al cuartel de la Policía a denunciarlo por la violación a la orden de protección, luego de que ese fin de semana la siguiera hasta el restaurante Cellar Wine and Bistro en Palmas del Mar, en Humacao, donde compartía con su familia.

Ese día, recibió ocho llamadas de De Castro Font.

Sin embargo, dijo que no lo denunció antes a la policía por la violación a la orden de protección porque "mi intención no es hacerle daño al señor De Castro ni su familia ni sus hijos. Obviamente sé por la situación que está pasando y porque sentía pena. No quería hacerle daño y sigo pensando de la misma manera. Pero no tuve otro... ", manifestó Delgado, quien en todo momento dijo que De Castro la hacía sentir "ansiosa, nerviosa".

Agregó que solicitó la orden de protección luego de que él la acechara en la iglesia que va, donde la interceptó y le dio un puño a su carro. Después la buscó en la pista donde ella corre, y le envió por correo el anillo de matrimonio aplastado.

La vista continúa con el contrainterrogatorio de la abogada del acusado, Lydia Lizarríbar.

En dos ocasiones cuando la abogada y los fiscales se acercaban al banco del juez, se encendió una música para que el público no escuche lo que hablan. En las dos ocasiones, la canción que sonó fue "Can't fight this feeling anymore", de REO Speedwagon, versión instrumental.

El ex senador Jorge de Castro Font arribó al tribunal federal minutos antes de las 9:00 de la mañana en que está señalada una vista ante el juez Francisco Besosa para demostrar causa de posible revocación de su libertad bajo fianza.

“Estoy muy tranquilo. No hay mucho más que decir… esto es una desgracia familiar y nunca pensé que llegaría a este punto. Esto nunca debió haber pasado”, expresó de Castro Font, quien llegó acompañado por sus hijos Andrea, de 18 años, y Jorge Adolfo, de 15.

Indicó que sus hijos fueron porque “no pueden creer todavía el comportamiento de su madrastra”, quien le imputa haber violado una orden de protección mientras se encuentra bajo fianza.

También llegó hasta el tribunal su tía Marta Font y su padre Adolfo de Castro.

De Castro Font se declaró culpable, en enero de 2009, por varios cargos por beneficiar a empresarios a cambio de beneficio económico.

La vista pautada para hoy es para determinar si ha violado las condiciones de libertad pendiente a su sentencia dado que su aún esposa Lisandra Delgado radicó una querella en su contra a nivel estatal por presuntamente violentar una orden de protección que tiene vigencia hasta enero de 2011. La pareja está en trámites de divorcio.

Hoy se supone que se presentará el informe del psiquiatra Guillermo Hoyos, quien evaluó a de Castro Font.