Mientras espera por el mandato del Tribunal de Apelaciones (TA) para dirimir la controversia, hoy, martes, el juez José Ramírez Lluch pidió a la defensa de Pablo Casellas Toro y al Ministerio Público escritos relacionados con planteamientos procesales sobre el manejo de la petición de nuevo juicio para el excorredor de seguros.

Ante la moción a esos fines presentada la semana pasada, Ramírez Lluch, quien presidió el juicio por jurado que se siguió contra el hijo del juez federal Salvador Casellas, celebró una audiencia para escuchar los argumentos del Ministerio Público y la defensa.

Sin embargo, el juez no entró en los méritos de la controversia porque todavía no ha recibido una orden del Tribunal de Apelaciones autorizando la intervención.

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Ese foro intermedio asumió jurisdicción del caso luego de que los abogados Harry Padilla Martínez, Juan Ramón Acevedo Cruz, Arturo Negrón García y Francisco Rebollo Casalduc sometieron una apelación para tratar de revertir el veredicto del jurado que encontró a Casellas Toro culpable del asesinato de su esposa Carmen Paredes Cintrón.

Ramírez Lluch pidió a los abogados y a las fiscales Phoebe Isales Forsythe y Janet Parra Mercado que sometan una moción en conjunto al TA para que autorice su intervención y devuelva el expediente del caso al tribunal de primera instancia.

Durante la vista celebrada en el Tribunal de Bayamón, Isales Forsythe también se opuso a la petición de nuevo juicio.

Acompañadode sus abogados y vestido de preso, Casellas compareció a la vista celebrada hoy.

En su moción, los abogados de Casellas Toro argumentaron que se violentó el derecho a un juicio imparcial del corredor de seguros porque el jurado José Pérez Torrellas utilizó información externa que obtuvo de su trabajo –y que compartió sus pares- para impugnar la credibilidad del único perito de la defensa: el ingeniero Rafael Jiménez Pérez.

Los abogados utilizaron el testimonio del perito para tratar de impugnar el testimonio de Luis Guzmán Hernández, quien declaró que la mañana de 14 de julio de 2012 observó cómo una persona que manejaba un Mercedes Benz gris -similar al carro de Casellas Toro- lanzó hacia una acera la pistola, que según el Ministerio Público, se usó para segar la vida de Paredes Cintrón.

Pero la fiscal aseguró que el jurado no utilizó prueba externa sino que usó prueba interna relacionada a su mundo de experiencias.

Señaló también que el Ministerio Público presentó evidencia robusta y que aun descartando el testimonio de Guzmán Hernández, el jurado habría alcanzado un veredicto culposo.

Además, cuestionó el alcance de las expresiones del jurado porque se dieron en el pasillo o en la guagua cuando el jurado estaba acompañado por alguaciles.

Padilla Martínez, por su parte, postuló que antes de celebrar la vista evidenciaria había que atender unos asuntos procesales primero, como establecer el quantum de prueba y las reglas de juego que dirigirán el proceso.

Luego de escuchar las partes, Ramírez Lluch pidió a las partes que sometieran escritos atendiendo el asunto de descorrer el velo del jurado, así como las Reglas de Evidencia que aplicarían en este caso.

“Estamos aquí para descubrir la verdad”, apuntó Ramírez Lluch.

También dejó sobre la mesa una petición del Ministerio Público para entrevistar a otro jurado, que le hizo un acercamiento a fiscalía.

Así las cosas, pautó una vista sobre el estado de los procedimientos para los días 18 y 19 de junio.

Fuera de sala, la fiscal Isales Forsythe no comentó sobre el jurado que se acercó a la Fiscalía y reiteró que durante el juicio se presentó prueba contundente para sostener la convicción de Casellas Toro.

Los abogados defensores abandonaron el centro judicial sin realizar expresiones a la prensa.