La jueza Verónica A. Pagán Torres reiteró la determinación de no causa para juicio contra José Ramón Pietri Napoleoni y su pareja, Julisa de la Cruz Castro, por varios delitos que se le imputaban tras una intervención policíaca en la que resultó lesionado un agente adscrito a la unidad federal U.S. Marshals.

El incidente, ocurrido el 19 de diciembre de 2022 en el barrio Tallaboa Encarnación de Peñuelas, surgió en medio de una investigación para dar con el paradero de Jeromy Pietri Napoleoni, hermano de José Ramón, que al momento era uno de los más buscados por la Policía de Puerto Rico por el asesinato del militar Jancarlo Rivera Lugo.

Durante la vista preliminar en alzada, realizada este miércoles en la sala 503 del Tribunal de Primera Instancia de Ponce, la magistrada confirmó la decisión de su homóloga, Lizandra M. Avilés Mendoza que, en marzo, exoneró a José Ramón por cargos de tentativa de asesinato y, daño agravado y, a de la Cruz Castro, de dos violaciones a la Ley de Sustancias Controladas; posesión e intención de distribución.

Como parte de la evidencia, el ministerio público sentó nuevamente al agente William Rodríguez Feliciano, quien contó su versión de los hechos, desde que inició el seguimiento a la pareja que ocupaba un vehículo Hyundai Sonata del 2014, al momento de salir de la marginal del barrio El Tuque de Ponce.

“Ese día, estaba trabajando la orden de arresto (contra Jeromy Pietri). Estábamos buscando un vehículo, el cual tenemos conocimiento propio de la investigación, era conducido por Jeromy Pietri Napoleoni. El vehículo está a nombre de Julisa”, expresó al señalar a la coimputada que estaba presente en sala.

“A eso de las 3:30 de la tarde, pude observar el vehículo antes mencionado que era conducido por un individuo que, en su momento, tenía las descripciones de Jeromy. Pude identificar que la joven aquí presente estaba de pasajera. El vehículo iba en dirección al barrio Tallaboa Encarnación en Peñuelas”, explicó el agente, que lleva más de cinco años en la unidad federal.

Durante su relato, Rodríguez Feliciano describió las incidencias ocurridas antes de la intervención, ejecutada en la carretera PR-127, luego que supuestamente el vehículo ocupado por la pareja se detuvo debajo de un puente paralelo a otro carro, “en un intercambio de manos con un objeto que no pude identificar”.

“En ese momento, decidí intervenir con ese vehículo. Nos detuvimos de forma sesgada, perdí de vista el otro vehículo. Me desmonto por la parte posterior de la unidad, yo tenía mi cinturón con el arma de reglamento, comienzo a darle comandos verbales al conductor de ese vehículo, pero hizo caso omiso y emprende la marcha. El sujeto salió a toda prisa de forma negligente, en dirección a nosotros”, narró a preguntas del fiscal Alberto Flores.

Igualmente, mencionó que, en su intento de evadir el impacto, el agente se lastimó la pierna izquierda y otras partes de su cuerpo.

“En ese momento, para salvar mi integridad física, me eché hacia atrás. El vehículo impacta la guagua (Dodge Ram negra, propiedad del Gobierno de los Estados Unidos). Luego, me logro incorporar, el vehículo sale a toda prisa y emprendimos la marcha de inmediato; iban en dirección a Ponce”, agregó.

Sin embargo, sostuvo que “cuando estaban virando, de la parte del pasajero, la persona tira una bolsa transparente con algo blanco; era una bolsa mediana que cayó al pavimento”.

Así las cosas, la pareja fue puesta bajo arresto luego de una persecución por la carretera PR-2.

“Antes de llegar a la comandancia (de Ponce), el compañero nos indicó que ya tenía el objeto que lanzaron desde el auto. En la prueba se documentó que en la bolsa había crack y heroína. En la bolsa plástica dentro del carro había más de $7,000 dólares y cinco celulares”, sostuvo.

Cabe destacar que, el ministerio público llevó a cuatro testigos, pero decidió sentar solo a uno.

Durante su argumentación final, el licenciado Carlos Padilla Montalvo, representante legal de José Ramón, cuestionó el método que utilizó el agente para darle seguimiento a su cliente.

“No había motivo para iniciar un seguimiento de un vehículo de motor que no cometía delito frente a él y no tenía motivos. Solo describieron que era una persona blanca y bajita. Miles de hombres blancos, miles de hombres bajitos hay en Puerto Rico. Tiene que corroborar (la identidad) previo a la detención. Pudiendo haber corroborado antes, no lo hicieron”, resaltó.

Mientras que el fiscal Flores, insistió en que, la Policía tenía “motivos fundados” para intervenir con el vehículo.

“En este caso, era la búsqueda de Jeromy Pietri y tenía conocimiento que (el carro) era utilizado por él, que la dueña era Julisa. ¿Qué tiene que hacer la Policía de Puerto Rico? Tenía que intervenir”, acotó.

“Se le da el alto, si no tiene ningún temor, levantaba las manos. Pero optó por huir; aceleró, arrancó y le tiró el carro encima a William. Optó por huir porque estaba cargado con $7,700 y cinco celulares, y la droga. ¿Por qué se deshicieron de la droga? ¿Quién era el conductor? José Ramon Pietri”, argumentó.

Al final de la vista preliminar en alzada, la jueza Pagán Torres ordenó a los imputados que se pusieran de pie y, confirmó la decisión de “no causa” en todos los cargos.