Transcurridos más de 26 meses del asesinato de Arellys Mercado Ríos, el juicio contra el acusado del crimen, Jensen Medina Cardona, llega hoy a su fin con los argumentos finales por parte del Ministerio Público y los abogados de defensa.

Tras un extenso proceso judicial -que inició en enero del 2020 y se llevó a cabo mediante 31 vistas judiciales- hoy la jueza Gema González del Tribunal de Primera Instancia de Fajardo tendrá la oportunidad de escuchar por parte de los miembros de la fiscalía -representados por Yamil Juarbe (fiscal de distrito), Dianette Aymat, Jaime Perea y Eduardo Beale- las razones que a su entender prueban más allá de duda razonable, y de acuerdo al desfile de prueba presentado en sala, que Medina Cardona debe ser hallado culpable de los cargos que se le acusan.

Mientras, los abogados de defensa, Jorge Gordon Menéndez, Orlando Cameron Gordon y Jorge Gordon Pujol, deben argumentar a la jueza las razones, que a su juicio, demuestran que su cliente no es responsable de lo que se le acusa o que hay duda razonable sobre los cargos presentados.

Medina Cardona está acusado de asesinato en primer grado y de dos violaciones a la Ley de Armas por hechos ocurridos la noche del 18 de agosto de 2019 cuando se suscitó una disputa por un celular en uno de los muelles de Villa Marina Boulevard, en Fajardo. Tres días después del crimen al hombre de 35 años de edad -cerrajero de profesión y propietario del negocio Mundo Llaves (Caguas)-, se le radicaron los cargos criminales. El Ministerio Público presentó 25 testigos de cargo durante la etapa de juicio. Entre los últimos testigos de fiscalía se destacó el testimonio de Joseph Howe, uno de tres amigos que acompañaban a la víctima el día del crimen, luego de haber compartido en un pasadía por las islitas de Icacos y Palomino. “Esa cara no se me va a olvidar. Dónde quiera que yo la vea sé quién es, por lo que hizo”, dijo Howe durante su interrogatorio. Los otros dos testigos presenciales son Joanne Claudio Pérez y Luis Torres Gómez. Ambos identificaron a Medina Cardona como el asesino de Arellys durante el juicio.

En este caso la decisión de que Medina Cardona sea declarado culpable o no culpable recae sobre la jueza, pues el acusado renunció al derecho constitucional que tenía de que su juicio fuera por jurado. Cabe destacar que cuando la decisión la hace el juez o la jueza es un fallo, mientras que cuando es por jurado se conoce como veredicto. En el caso de la defensa utilizaron tres testigos durante su desfile de pruebas. Aunque los abogados solicitaron al tribunal en tres ocasiones citar al exnovio de Arellys, un hombre identificado como Josué Figueroa García, este nunca se sentó en el banquillo a testificar pues a última hora la defensa desistía de utilizarlo como testigo.

Aun se desconoce si la jueza González emitirá su fallo hoy mismo, luego de escuchar a las partes, pues está pendiente de resolver un recurso de certiorari que presentaron los abogados de defensa ante el Tribunal Supremo. Sin embargo, hay que aclarar que ningún tribunal de alta jerarquía paralizó los procedimientos, por lo que la jueza podría tomar una decisión.

La defensa está solicitando un nuevo juicio alegando que la Fiscalía no les informó que tenían en su posesión un dispositivo (Network Video Recording, NVR) que guarda los vídeos originales de los días 18 y 19 de agosto de 2019 de las cámaras de seguridad de Villa Marina Boulevard.

Resulta que el Ministerio Público presentó como evidencia un pietaje de un DVR, o sistema de grabación digital, cuya calidad de imagen es menor a la de un NVR.

La defensa insiste en que no haber informado la existencia de ese vídeo original constituyó una violación al derecho de Medina Cardona a un debido proceso de ley. Alegan, además, que privar al acusado de un vídeo de mejor calidad podría redundar en falta de posible evidencia exculpatoria.

Esta moción fue desestimada en Tribunal de Primera Instancia. La defensa acudió a Tribunal de Apelaciones, donde sufrieron otro revés. Entonces, los abogados buscaron auxilio en el Tribunal Supremo el pasado 6 de octubre, donde todavía no se ha resuelto la controversia.

El abogado Jorge Gordon catalogó como “un asunto novel” la denominada “moción extraordinaria de nuevo juicio por supresión u ocultación de evidencia exculpatoria por parte del Ministerio Público”.

De hecho, el último testigo de la defensa fue el profesor universitario Edgar Tirado Pérez, quien también es especialista en sistemas de grabación, particularmente las relacionadas a la reconstrucción de escenas de accidentes de tránsito. En un inicio, la fiscalía tuvo “objeción severa” de que el testigo fuera certificado como perito en evidencia digital pues no está acreditado oficialmente, pero el tribunal lo calificó como tal para efectos de la prueba que desfiló en el juicio.

El argumento de Tirado Pérez es que los cinco discos compactos entregados por la defensa con las imágenes de las cámaras de seguridad del área de Dry Stack de Villa Marina perdieron calidad, en comparación con que se hubieran utilizado las originales que provienen del NVR.