La jefa de los fiscales, Jessika Correa González, aclaró hoy que la investigación de la misteriosa muerte del licenciado Carlos Cotto Cartagena, ha continuado su curso bajo la actual administración del Departamento de Justicia (DJ) y que se reasignó la pesquisa a otro fiscal en el mes febrero tras surgir nuevos ángulos.

“La investigación fue reasignada al fiscal Edmanuel Santiago Quiles durante el pasado mes de febrero y se le solicitó al Negociado de la Policía que se transfiriera a la División de Crímenes Mayores para analizar nuevos ángulos. Al fiscal Santiago, como a todo fiscal que así lo requiera, se le han provisto los recursos que necesita para que complete la investigación de manera diligente y rigurosa”, afirmó Correa González.

La reacción surgió luego de que la fiscal Betzaida Quiñones Rodríguez, revelara en una entrevista televisiva que la exjefa de fiscales Olga Castellón bajo el mandato de Wanda Vázquez Garced, como secretaria del DJ, le impartió instrucciones para paralizar la investigación como ocurrió con el caso del trapero Kevin Fret, asesinado el 10 de enero del 2019, en Villa Palmeras, Santurce.

“En el Departamento de Justicia no vamos a escatimar de ninguna manera para lograr descubrir la verdad y hacer justicia. Tanto el secretario Domingo Emanuelli Hernández como esta servidora hemos escuchado el sentir de la señora madre de Cotto Cartagena, la exjuez María Inés Cartagena, y nos comprometimos a tomar las medidas que sean necesarias para que se esclarezca la muerte de su hijo”, sostuvo la jefa de los fiscales en un comunicado de prensa.

La funcionaria agregó que fiscal Santiago Quiles cuenta su apoyo y confía en que se completará la investigación conforme a su criterio y experiencia.

Desde marzo del 2019, se ha estado esperando por la adquisicion de unos maniquíes encargados por el Instituto de Ciencias Forenses (ICF), para recrear, por segunda ocasión, la escena donde pereció el abogado criminalista, que fue encontrado muerto la madrugada del 21 de septiembre del 2018, frente al condominio Santa Teresa en Miramar.

Los muñecos con las características de estura y peso, entre otras, de Cotto Cartagena serían lanzados desde la azotea del condominio Santa Teresa, en la calle Estado, en Miramar, para corroborar o descartar la teoría de que se cayó accidentalmente.

Los supuestos golpes que reciba el maniquí, la distancia de su caída desde distintos ángulos y su trayectoria serán comparadas con los traumas que le provocaron la muerte al abogado y la posición en la que fue encontrado su cuerpo en el lugar de los trágicos hechos.

Estas pruebas son importantes para las conclusiones de la autopsia que realizó la patóloga Irma Rivera.

De acuerdo a la pesquisa, el licenciado estuvo compartiendo con un grupo de amigos desde la tarde del día anterior en un bar de Hato Rey, luego fueron a cenar a un restaurante en Santurce, y él y una amiga se fueron al apartamento de una abogada en el condominio Santa Teresa, en Miramar, donde pernoctaba.

Según la teoría preliminar esbozada por los investigadores, Cotto Cartagena bajó con su acompañante para llevarla hasta su vehículo, pero equivocadamente ella se llevó las llaves que activaban el ascensor y el abogado no pudo subir al apartamento que ubica en el sexto piso, optando por ir a la azotea de donde se cree cayó desde una altura de 70 pies.

El abogado fenecido declaró como testigo estrella en un juicio estatal que vio al empresario canadiense Adam Anhang ser asesinado el 22 de septiembre de 2005, por Jonathan Román Rivera, quien resultó convicto en el Tribunal de San Juan, pero luego fue excarcelado en el 2018 cuando Alex Pabón Colón, alias “El Loco”, confesó a las autoridades federales haber cometido el crimen por encargo de la viuda del empresario, Áurea Vázquez Rijos, quien fue sentenciada a cadena perpetua.