La caída de un presunto sicario

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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Uno de los presuntos gatilleros más temidos de la zona metropolitana, Jean Carlos Ramos Piñeiro, mejor conocido como “el Jincho de Las Dalias”, compareció ayer a una vista procesal ante el magistrado federal Justo Arenas luego de ser arrestado el pasado sábado por la noche en el residencial riopedrense El Prado, su feudo.
El presunto sicario, cuya vista de acusación está programada para el próximo jueves, figura entre 121 acusados en diciembre de 2007 por un Gran Jurado federal por distribuir drogas en varios puntos en residenciales de San Juan y Aibonito, pero también se le investiga por la muerte de una agente de la Policía y un bibliotecario, víctimas inocentes de un tiroteo entre narcotraficantes registrado el pasado 7 de julio en el elevado del expreso de Trujillo Alto.
Otras versiones policiales vinculan al sujeto con Bernard Astacio Espino, presunto asesino del copiloto del helicóptero de la Policía Municipal de San Juan, Jesús Fernando Quiñones.
“Estamos hablando de una tarjeta (sic) sumamente importante, ya que es parte de la guerra entre los residenciales Monte Park y Monte Hatillo”, indicó el comandante de la Policía de San Juan, Sergio Rubín.
Según aseguran otras fuentes policiales, Ramos Piñeiro era uno de los gatilleros que utilizaban la organización criminal que domina el residencial de Monte Hatillo para perpetrar atentados contra el complejo rival.
Desde la radicación del pliego acusatorio federal en diciembre de 2007, el presunto narcotraficante, de 24 años de edad, pernoctaba en diferentes residenciales de la zona hasta que un pequeño contingente de agentes de la División de Operaciones Especiales, asistidos por dos helicópteros, dieron con su escondrijo. Los agentes encontraron varios rifles de asalto, como dos AK-47, una AR-15, dos pistolas y 431 balas de distintos calibres en un apartamento cercano a la unidad donde el prófugo se escondía.
Monte Hatillo y Monte Park cuentan con aliados en la guerra que mantienen por el control de su sector.
Según aseguran fuentes policiacas, el primero tiene el respaldo de los puntos en los residenciales Jardines de Sellés y Las Dalias, mientras que el segundo se alió con narcotraficantes en las parcelas Falú y el residencial Ernesto Ramos Antonini.
“Aunque hubo una tregua entre Monte Hatillo y Monte Park en el 2000, esta guerra ya lleva varios años”, indicó el comandante.