Ponce.  El abogado Armando Pietri, quien representa al ex agente Guarionex Candelario Rivera, afirmó hoy que la Policía de Puerto Rico y la Fiscalía le fabricaron un caso a su cliente, quien está imputado de matar a tres policías en la Comandancia de este municipio.

Candelario Rivera enfrenta juicio por matar a balazos a la agente Rosario Hernández de Hoyos, la teniente Luz Soto Segarra y el comandante Frank Román Rodríguez el 28 de diciembre de 2015. Contra él pesan tres cargos de asesinato en primer grado, tres cargos de restricción ilegal agravada y cuatro violaciones a la Ley de Armas. Un cargo menos grave de falta amenaza le fue archivado.

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En su informe final ante el jurado, Pietri dijo que aquella mañana tres policías fueron asesinados en la oficina de Soto Segarra, pero que el Ministerio Público no logró explicar qué fue lo que pasó.

“La familia de mis policías perdieron, mi Policía perdió porque aquí se está juzgando un abuso. Crearon un monstruo. Aquí se está juzgando lo que se debe evitar que se juzgue. Se usan los recursos para juzgar el monstruo que crearon. Nadie sabe lo que pasó”, manifestó Pietri.

“Aquí el culpable de todo es la Policía de Puerto Rico. La madre que no quiere a sus hijos. Yo no sé lo que pasó. Que su veredicto sea no culpable”, agregó ante el jurado compuesto por ocho mujeres y cuatro hombres.

Reiterando la defensa de incapacidad mental presentada la semana pasada por el psiquiatra Víctor Santiago Noa, contratado por los abogados, Pietri señaló que Candelario Rivera es un enfermo mental y que fue desatendido por su patrono.

“Guarionex es  un hombre enfermo emocionalmente, mentalmente y físicamente. Lo enfermó la sociedad, la Policía, la burla, la crítica. La Policía lo mantuvo sirviendo, pero la Policía no fue quien para velar por la vida de Guarionex. Se creyeron que con de desarmarlo por 10 años por problemas mentales reconocidos por ellos, se curó. Ahora mismo el Estado dice que no tiene problemas mentales”, manifestó.

“Estas acciones lo fueron enfermando más y más. Sus mayores asignaciones eran hacer mandados, lavar un carro, botar la basura. Ha sido destruido por este sistema”, mencionó.

Pietri no negó que Candelario Rivera haya disparado, sino que puntualizó en su incapacidad mental.

“Sí pasó algo, sí. El fiscal dirá que yo lo estoy justificando... claro, porque está enfermo. Yo no estoy admitiendo, yo estoy diciendo la realidad como es. Las personas murieron y ese señor (Candelario Rivera) cogió cuatro tiros también”, sostuvo Pietri.

El abogado cuestionó el proceder de la agente Luz Morell, oficial de prensa de la Comandancia, del teniente Javier Requena, esposo de Soto Segarra, y del coronel Héctor Agosto, comandante del área de Ponce, porque ninguno activó el protocolo de personas secuestradas. También alegó que no hubo secuestro.

“El coronel Agosto alegadamente recibe una información. Si Agosto recibe una llamada de un supuesto secuestro, ¿por qué se quedó tan calmado? ¿Por qué no activó el dichoso protocolo de secuestro? Sencillo, porque allí no había nadie secuestrado. Era una reunión de trabajo de un empleado humillado que reclamaba derechos a sus superiores. Y se les fue de control”, expresó Pietri, quien dijo que su cliente fue a entregar su arma de reglamento.

El representante legal añadió que a Requena “lo llamaron para que le metiera mano a Guarionex. Requena subió y se le fue de las manos”, y alegó que las autoridades manipularon la escena. También sugirió que alguien más le disparó a la agente Hernández de Hoyos.

“La Policía y la Fiscalía han controlado todo para hacerles ver lo que no es”, manifestó Pietri.

En su turno de refutación, la fiscal Sharleen Rosa de Jesús afirmó que Candelario Rivera no podía ir a la Comandancia a entregar su arma, porque aparte de la Glock que tenía asignada tenía un revólver y una caja de balas que no le pertenecían a la Policía.

Sobre la actuación de Requena, indicó que “fue a buscar ayuda, pero llegó tarde”.

“(Candelario Rivera) El decidió acabar con la vida de esas tres personas antes de que Requena le diera patadas a la puerta. Requena llegó tarde, no pudo hacer nada para proteger la vida y seguridad de tres compañeros, incluyendo su esposa (Soto Segarra). El acusado es el único responsable”, dijo Rosa de Jesús.

Luego del receso de almuerzo, la jueza Carmen Otero Ferreiras impartirá las instrucciones al jurado para que se retire a deliberar.

La versión de la fiscalía

Temprano en el día, la fiscal Rosa de Jesús le pidió hoy al jurado que encuentre culpable en todos los cargos a Candelario Rivera.

Rosa de Jesús presentó esta mañana el informe final del Ministerio Público e hilvanó los testimonios de 14 testigos para exponer su teoría del caso.

“Disparó la única persona que tenía autorización para portar el arma VGL381. Él (Candelario Rivera) fue el que disparo ahí, él fue el que disparó adentro (de la oficina). Él fue el que le disparó a la agente Rosario Hernández de Hoyos, a la teniente Luz Soto Segarra y al comandante Frank Román Rodríguez”, afirmó la fiscal ante el jurado compuesto por ocho mujeres y dos hombres, más cuatro suplentes.

“Quien disparó allá adentro fue Guarionex Candelario Rivera, a propósito y con conocimiento. No está loco, no tenía incapacidad mental. Sabía lo que estaba haciendo. Ese día salió de su casa tranquilito, salió de su casa con dos armas y una caja de balas”, aseveró Rosa de Jesús, al referirse a la teoría de la defensa de que el acusado es inimputable porque el día de los crímenes no tenía la capacidad mental para entender lo que ocurría.

La fiscal hizo un resumen detallado de lo que ocurrió aquella mañana, cuando Candelario Rivera, franco de servicio, se presentó a la Comandancia con la intención de hablar con el coronel  Agosto, pero no lo consiguió. Luego, según la teoría de la Fiscalía y los testimonios vertidos en sala, el acusado les restringió la libertad a Román, Soto y Hernández, y los mató a tiros en la oficina de administración en el sexto piso de la comandancia.

“El decide un día ir, franco de servicio, con el único propósito de hablar con el coronel Agosto, que lo que realmente quería era meter al coronel Agosto allí (en la oficina).

Rosa de Jesús insistió en que Candelario Rivera no estaba incapacitado mentalmente al momento del triple crimen.

“¿Qué persona que no entendiendo la criminalidad del acto llega arma'o hasta los dientes? Si eso no es con conocimiento de lo que se va a hacer allí, no sé lo que es. ¿Cómo puedo decir una cosa y después pedirles a usted que crean otra? ¿Cómo decimos que la persona tenía alguna incapacidad mental que le impedía entender la criminalidad del acto pero ese día llego allí, pidió hablar con el coronel, con su bulto, 'ready' con su cajita de balas? Esas armas que se le dan la policía para proteger vida y propiedad, no para matar a compañeros de la Uniformada”, expresó la fiscal.

“Esa persona llego allí con el único propósito de hacer lo que hizo. Aquí el único culpable de lo que allí pasó. El acusado creyéndose grande no brilló y apagó la luz de tres inocentes que si podían brillar por luz propia. El Ministerio Público está consciente de que le ha demostrado más allá de duda razonable que el acusado entró allí, le restringió la libertad, no pudieron salir porque el acusado les disparó, los mató y lo hizo consciente, en pleno uso de sus facultades”, manifestó.