“La Policía sale a proteger vidas y propiedades no sale a matar a nadie”.

Así reaccionó el comisionado del Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR), Antonio López Figueroa, al incidente en el que un adolescente de 16 años fue acribillado anoche a tiros en medio de una intervención policíaca que involucra a siete policías y a un sargento, adscritos al Precinto de Puerto Nuevo y a la División de Vehículos Hurtados de Carolina.

“La intervención más peligrosa que tiene un policía es la investigación vehicular y un ejemplo de ello es el caso de ayer en la Ruta 66, en horas de la mañana, se le da el alto a un individuo que va a 95 millas abordado por cuatro individuos, cuando se van a detener, la emprenden a disparos contra los policías, más tarde todos fueron arrestados. La intervención de mayor riesgo es la intervención vehicular y no solamente en Puerto Rico sino a nivel mundial”, respondió López Figueroa.

El comisionado del NPPR, aclaró que existe una querella de vehículo hurtado, pero que no se le colocó el gravamen en el sistema porque como tenían las coordenadas y confiaban en que lo iban a recuperar.

“Todo surge por un vehículo hurtado a las 12:45 de la madrugada (de ayer) en la urbanización Villa Fontana, en Carolina, donde tenemos vídeo de cuando se hurtan el vehículo. Ese vehículo tiene una particularidad que tiene un ‘GPS’, de inmediato, en horas de la mañana el dueño del vehículo pone una querella en (la División de) Vehículos Hurtados y ahí se hace un plan de trabajo para darle seguimiento al mismo ya que el querellante le va cursando las coordenadas del vehículo”, argumentó López Figueroa.

La persona que tenía la guagua marca Hyundai Tucson del 2016, visitó los residenciales Vista Hermosa en Puerto Nuevo, Luis Llorens Torres, en Santurce, y retornó a Vista Hermosa y “ya cuando tienen personas vigilando, lo ven salir y ahí es que intervienen en la calle 40 de la urbanización La Riviera”.

“Cuando le dan el alto al conductor del vehículo se bajan los policías y alegadamente este individuo emprende la marcha en contra de los agentes y ahí es que comienzan los disparos, ya esa parte la va a investigar el Negociado de Investigaciones Especiales”, sostuvo el comisionado.

El adolescente no estaba armado.

Entre los agentes involucrados, indicó son de una academia reciente y se presume que cuentan con todos los adiestramientos que requiere la Reforma Sostenible de la Policía, especialmente sobre el uso de fuerza letal. Aclaró que ninguno estaba en etapa de mentoría.

“Es un hecho bien lamentable, tanto para la persona que falleció y para la Policía también”, finalizó el funcionario.

Según informes oficiales, la persecución comenzó a eso de las 7:00 p.m. de ayer, lunes, cuando agentes de la División de Vehículos Hurtados de Carolina le seguían la ruta que tomó una guagua que era rastreada mediante el sistema de “GPS” por su propietario desde que se la hurtaron.

Los patrulleros del Precinto de Puerto Nuevo fueron alertados mediante el radio de comunicaciones de que el vehículo sospechoso había salido de uno de los residenciales de la zona y les solicitaron refuerzos.

El conductor fue perseguido hasta llegar a la intersección de las calles 40 SO y 15 SO de la urbanización La Riviera, en Puerto Nuevo, que no tenía salida, el vehículo dio retroceso y chocó con una verja.

Lo próximo que se sabe es que se encontró una escena con la guagua con la puerta del conductor abierta y sobre el pavimento, el cadáver de Javier Cordero Nevárez quien era vecino de la urbanización Caparra Terrace, en Puerto Nuevo.

Su cadáver presentaba al menos 12 balazos en el cuello el pecho y las extremidades y en la escena se recuperó como evidencia 61 casquillos de calibre 9 milímetros.

Exige transparencia

La directora ejecutiva de la organización Kilómetro 0, Mari Mari Narváez, expresó que la muerte del adolescente tiene que ser investigada por un ente externo e independiente, que no sea el Negociado de Investigaciones Especiales (NIE) ya que, considera que “es urgente fomentar la transparencia en sus procesos, facilitar y asegurar el acceso a la información pública y comprometerse a erradicar las fallas sistémicas que permiten e incentivan las conductas delictivas entre sus oficiales”.

En declaraciones escritas, sostuvo que, en lo que va de año, tres jóvenes menores de 21 años han muerto por disparos de policías. Desde 2014, 84 personas han muerto por uso de fuerza policial, 18 de estas han sido jóvenes de 21 años o menos.

“...a todas luces parece ser una ejecución extrajudicial. El menor de edad estaba desarmado y los oficiales dispararon sobre sesenta (60) veces”, agregó.

Así mismo, le exigió al NPPR que revele los nombres y números de placa de los policías involucrados quienes utilizaron sus armas de reglamento y emplazó al Departamento de Justicia a que presente cargos criminales.

La expectativa mínima es que las acciones de la Policía de Puerto Rico cumplan con los parámetros constitucionales. Las propias políticas de uso de fuerza de la agencia exigen que todo uso de fuerza sea: Proporcional, escalonado, razonable y con un objetivo legal, agregó Narváez.