El hombre que fue arrestado por ejercer la profesión de veterinario sin estar licenciado quedó en libertad bajo fianza en la tarde de este viernes, tras haber sido acusado por dos cargos por violación a la Ley 154 para el Bienestar y la Protección de los Animales, así como a la Ley 194 que regula la mencionada profesión en la Isla, informó el sargento Julio Cantres, de la Policía Municipal de Toa Alta.

Los cargos impuestos a José Cartagena Martínez, de 50 años, por causar un grave daño corporal a un perro al practicar la veterinaria sin estar autorizado, surgieron luego de que una ciudadana contratara al presunto veterinario al conseguir sus servicios a través de una página de internet y ahora el animal está en peligro de que se le tenga que amputar una pata.

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No obstante, Cartagena Martínez alegó a Primera Hora que no hizo nada ilegal y que se trató de un favor.

Según detalló el sargento, “él cose el perrito y lo cose indebidamente. Por eso es que se le radica, porque él suministró anestecia y cosió el perrito sin ser un veterinario autorizado”.

Explicó que se supo que su trabajo no estuvo bien realizado, ya que el animal fue llevado a un veterinario licenciado para que lo analizara.

“Él nos certificó que los puntos que se utilizaron no eran los correctos para el perrito... Según el doctor, el perrito ahora mismo está en un tratamiento que no se sabe si en un futuro habría que amputarle la pata al perro”, informó.

La mujer contrató a este veterinario, luego de que la Policía Municipal de Toa Alta recibiera una querella anónima de que el animal presentaba una herida abierta en una pata.

Esta situación, dijo Cantres, se encuentra bajo investigación y a la mujer todavía no se le ha imputado ningún cargo criminal.

No obstante, el sargento comentó que la mujer siguió la instrucción de que el animal recibera atención por la herida. Pero, el servicio supuestamento lo prestó Cartagena Martínez.

“Al otro día (de investigar la querella), me entrevisto con la dama. La dama me manifiesta que no encontró clínica abierta y que encontró un veterinario que operó a su perrito en la casa, en una mesa plegadiza. Eso me levantó suspicacia. Estuvimos verificando y al verificar con el Colegio de Veterinarios, el caballero no figuraba como veterinario”, relató.

La situación llevó a que personal de la Policía Municipal de Toa Alta y del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Vega Baja diligenciaron ayer, jueves, una orden de allanamiento en la residencia de Cartagena Martínez, que ubica en la calle D de la urbanización Santa Elenita, en Bayamón.

Ocupado en un allanamiento en calle D de la urbanización Santa Elenita en Bayamón, donde se intervino con un hombre que se alega que ejercía la profesión de veterinario sin estar certificado.
Ocupado en un allanamiento en calle D de la urbanización Santa Elenita en Bayamón, donde se intervino con un hombre que se alega que ejercía la profesión de veterinario sin estar certificado. (Suministrada )

El informe policiaco detalló que, durante el allanamiento, se encontraron cadáveres de animales, medicamentos, productos y equipo para practicar la eutanasia, así como equipo quirúrgico, a pesar de que al momento no cuenta con licencia para ejercer como veterinario.

Cantres expuso que todavía investigan la magnitud de la práctica que pudo haber realizado Cartagena Martínez como supuesto veterinario. No obstante, se desprende que pudo haber llevado unos 30 años ejerciendo la profesión de manera indebida.

“Él atendió muchísimos animales sin estar autorizado por ley. A lo mejor se perdieron vidas de animalitos por negligencia de él”, manifestó el agente municipal.

Añadió que, “aparentemente, el caballero lo hacía frecuente, de la información que tenemos, y también se dedicaba a la cremación de mascotas en una clínica de cremación que hay en el pueblo de Caguas”.

Reveló que el hombre se podía contactar a través de su página cibernética, cremacionesadomicilio.com, o en Facebook, bajo Grooming Clinic.

Dice que hizo “un favor”

Primera Hora conversó con Cartagena Martínez quien alegó que no realiza labores de veterinario y que se dedica a la cremación de animales.

“Yo no estoy haciendo nada. Yo lo que hice fue hacerle un favor a esa señora”, sostuvo, al alegar que el equipo y los medicamentos los compró de manera legal.

Asimismo, alegó que la mujer se comunicó con él, porque su perro se había cortado con una plancha de zinc. Comentó que ya el perro había sido analizado por un veterinario, que supuestamente le había recomendado a la mujer que “lo pusiera a dormir”.

“A tan mala suerte me consiguió a mí y yo le hice el favor de curárselo”, soltó.

Cabe destacar que la página cibernética de Cartagena Martínez alega que tienen servicio disponibles las 24 horas de “cremación de animales y clínica a domicilio”. Pero, este alegó que otros veterinarios licenciados son los que “hacen el trabajo”.

La acusación contra el hombre fue radicada por la fiscal Yarelis Sánchez. La jueza Gloria M. De Jesús Machargo, del Tribunal de Bayamón, encontró causa para arresto. Le impuso una fianza de $70,000, la cual fue diferida a través del Programa de Servicios con Antelación al Juicio.

El sargento Cantres pidió a la ciudadanía que denuncie si ha recibido algún servicio de parte de Cartagena Martínez. Lo puede hacer comunicándose al 787-730-6565.

Por su parte, la rescatista Erika Torres, quien es oficial investigador de crueldad animal de la organización de Investigadores Crueldad Animal (ICA), manifestó que “yo puedo entender que pagar por el uso de medicina médico veterinaria es bien caro y no existe una regulación de precio. Yo entiendo a la gente. La gente dice prefiero ir a un agrocentro, porque es más barato. Pero, como humano, cuando nos duele el corazón, no vamos al agrocentro, sino a un cardiólogo. Oye, si tu perrito no se siente bien, llévalo a un médico veterinario”.

Explicó que algunos veterinarios dan plan de pago o hay organizaciones que pueden colaborar con el pago.

“Este hombre sabrá Dios cuántos animales dejó mutilados, que por la mala práctica de él, los mató sin saber por su negligencia. Nosotros invitamos a las personas que les ha tocado vivir situaciones como esta, la invitación es a que llamen, a que lo denuncien porque hay que sacarlo de circulación. No solo a él, sino a todos”, concluyó.