La oficina de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL), en Caguas, atraviesa una “seria” situación de escasez de abogados y falta de dirección, según trascendió este lunes durante una vista judicial de un caso criminal.

Fue durante la vista preliminar contra la madre y padrastro de una niña con autismo que fue agredida sexualmente por el hombre -que también la embarazó- que salió a relucir la situación de falta de personal que atraviesa SAL.

La defensora legal Sylvia Sepúlveda Lozada, abogada de uno de los imputados, explicó en sala que la cargada agenda de trabajo que enfrentan ella y sus compañeros de labores limitaba el tiempo que disponía para entrevistar y cualificar a la madre de la menor como persona indigente. Al final, el abogado de SAL, Luis Pérez Bonilla, trataría de hacer el proceso.

Fuera de sala, la licenciada Sepúlveda Lozada explicó que solo cuatro abogados están trabajando para correr todo los casos que recaen en SAL para ser atendidos en el Centro Judicial de Caguas. El escenario agudiza considerando que efectivo hoy, lunes 8 de agosto, renunciaría la persona que supervisaba la oficina de Caguas, Edwin Barreto.

“Yo estoy viendo hoy 10 casos... eso es demasiado”, expuso.

La Sociedad para la Asistencia Legal es una corporación sin fines de lucro que provee servicios legales gratuitos a la población de escasos recursos económicos, en procesos criminales de delitos menos graves y graves. No son una agencia del goibierno y sus operaciones son financiadas mediante aportaciones legislativas recurrentes, no recurrentes y así como otros ingresos provenientes de la venta del sello de la Sociedad para la Asistencia Legal (Ley Núm. 47 del 4 de junio de 1982) y el arancel establecido por la Ley Núm. 244 del 2 de septiembre de 2004. En el último presupuesto certificado por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) se le asignó a SAL una partida de $10,447,000.

“En la medida en que los abogados se sobrecargan de casos, estos se dilatan... el servicio de nosotros siempre es el mejor y la experiencia nos prepara para eso, pero no puedes ver todos los casos a la vez. Los casos tienen que verse uno a uno. Nosotros le damos prioridad a los que están confinados porque no han podido prestar fianza y entonces pues los otros casso se tienen que ir dilatando. Y muchas veces también el sistema se sobrecarga de casos”, dijo por su parte el licenciado Pérez Bonilla, quien lleva 35 años como defensor legal de SAL.

Destacó que además de abogados, SAL requiere de otros componentes como un investigador. “Tenemos uno que hace poco quedó permanente en Caguas, pero antes estaba visitando dos oficinas a la misma vez. Entonces, cuando lo necesitabas no estaba y eso también dificulta el trabajo”, subrayó.

¿Cómo catalogaría la situación?, se le preguntó al abogado.

“Creo que es una situación seria el que ahora mismo no haya un director en la oficina y no sabemos qué ocurrirá. La gerencia del director ejecutivo no ha informado qué va a pasar. Pero lo importante es que siempre hacemos el máximo y cargamos la oficina”, puntualizó.

A modo de ejemplo dijo que años anteriores SAL llegó a tener entre 130 y 160 letrados, mientras que ahora hay poco más de 70.

“En Caguas llegaron a ver ocho abogados, ahora solo somos cuatro”, explicó.

SAL tiene 13 oficinas legales, una en cada distrito judicial, ubicadas en: Aguadilla, Aibonito, Arecibo, Bayamón, Caguas, Carolina, Fajardo, Guayama, Humacao, Mayagüez, Ponce, San Juan y Utuado.