De la cabeza a los pies.

Las autoridades federales y estatales efectuaron un operativo en varios municipios del área norte, ejecutando órdenes de arresto contra 42 de 58 personas acusadas por tráfico de drogas, la mayoría de los cuales se llevaron a cabo en el sector La Trocha, en Vega Baja.

Cerca de 225 agentes de la Policía de Puerto Rico, la Agencia Federal Antidrogas (DEA) y el Bayamón Strike Force, entre otros, llevaron “una parranda prenavideña” que comenzó a las 5:00 de la mañana, efectuando arrestos en los municipios de Bayamón, Toa Alta, Toa Baja, Vega Baja, Morovis y Florida.

De acuerdo con la jefa de los fiscales federales, Rosa Emilia Rodríguez, los acusados pertenecen a una organización de narcotraficantes que operaba desde el sector La Trocha, en Vega Baja.

Un Gran Jurado federal les imputó a los acusados conspirar para la posesión y distribución de marihuana, crack, cocaína y otras sustancias controladas.

La organización, que según las autoridades fue desarticulada de pies a cabeza, operaba desde 1999.

El portavoz de la DEA, Waldo Santiago, le indicó a PRIMERA HORA que La Trocha es una comunidad grande que tiene calles estrechas, callejones y lugares difíciles de acceder, lo que lo hace también un lugar difícil de “infiltrar”.

“Es un lugar que se presta para la actividad delictiva. Por ser una comunidad cerrada, todos los residentes se conocen y su localización geográfica hace difícil a los agentes penetrarla y establecer vigilancia”, dijo Santiago.

Rodríguez, por su parte, identificó a los hermanos Juan Orsini Martínez, conocido como “Cano Biombo”, y a Jackes Orsini Martínez , cuyo apodo es Jackie, como los dos principales líderes de la organización.

“Ellos, junto con Tomás Sepúlveda Hernández, alias Tommy, han sido los líderes y dueños de los puntos de drogas de la organización desde 1999”, dijo la fiscal en una rueda de prensa conjunta.

Alegó que Jackie controlaba la venta del crack hasta que su hermano se hizo cargo en el 2006.

A Sepúlveda se le imputa controlar la venta de la marihuana. Se dijo que éste cobraba a otros puntos $700 semanales por permitirles vender la “yerba”.

“Como parte de la conspiración, desde 1999 hasta que se emitió la acusación, los miembros de la organización criminal que operaban en el sector La Trocha, en Vega Baja, vendían cocaína, crack, marihuana y otras sustancias controladas cerca de la calle Roble”, se alega en la acusación.

Se agrega que algunos de los acusados usaban walkie talkies para comunicarse y dar la voz de alerta en caso de presencia de las fuerzas de seguridad.

A éstos se les identifica como vigilantes y utilizaban códigos para avisar sobre el “peligro”. Gritaban “Budweiser” o “agua” para alertar a los vendedores, se asegura.

El encausamiento de este caso está a cargo de los fiscales Olga Castellón y George Massucco- La Taif, bajo la supervisión del fiscal especial Guillermo Gil.

De ser encontrados culpables los acusados, enfrentan sentencias estatutarias de 10 años de prisión a cadena perpetua y multas hasta de $4,000,000, se indicó.