Llegó la noticia desgarradora a familiares de Wilma Linette Lugo-VÍDEO
Su familia recibió ayer la terrible confirmación de que un cuerpo encontrado el sábado en un manglar de Guánica es el suyo.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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La desgarradora tensión, acompañada del profundo dolor que por más de un mes vivieron los padres de la desaparecida Wilma Linnette Lugo Toro, tuvo ayer su desenlace, aunque no el que hubieran querido.
Devastado, el matrimonio de Edgardo Lugo Morales e Hilda Toro recibió la noticia de que el cuerpo encontrado el sábado en aguas de un manglar en Guánica corresponde al de su hija de 45 años. La pareja de ancianos no estuvo en condiciones de hablar, pues en esos momentos recibía la desgarradora noticia.
Fue su hijo, Edgardo Lugo Toro, quien reconoció que “ahora por lo menos ya sabemos que tenemos que hacer algo para descansar. Mientras no sabíamos nada, no podíamos, pensando cómo estaría ella y cómo la podríamos ayudar”, dijo con la voz pausada de una persona que sabe que ha terminado una fase tan crítica, como la vivida durante estas últimas semanas de intensa búsqueda.
En el proceso, dijo que la familia vivió muchas etapas. “A veces parecía como que no estaba pasando de verdad, pero la fe en Dios nos mantuvo. Nos sentimos mal por un lado, con la furia y desespero por la que mucha gente pasa”, confesó.
Sus expresiones se dieron a pocos minutos de que una patrulla de la Policía llegara hasta el portón de su residencia en Lajas para dar la noticia. “El Instituto de Ciencias Forenses, por medio de las placas dentales, certificó que se trata del cuerpo de Wilma Lugo Toro”, declaró la capitana Janice Rodríguez, directora del CIC de Mayagüez. El proceso –según el teniente Joel González, director de Homicidios–, fue acelerado “porque ya estábamos preparados”. Y es que a pesar de que la pesquisa giraba en torno a la búsqueda de una persona desaparecida, ya se había adelantado la orden para conseguir las placas dentales de la víctima.
Lugo Toro fue reportada desaparecida el 11 de febrero de 2013 tras una discusión sostenida dos días antes con su pareja, Carlos Rodríguez Torres, con quien vivía en Monte Grande, en Cabo Rojo.
Vecinos alegan que escucharon al hombre amenazar a Lugo Toro de muerte en medio de la discusión y que luego se quitaría la vida.
Andy Guigliotty, vecino contiguo de la pareja en la PR- 102, km 24.5 interior, escuchó las amenazas y la acalorada discusión que duró del mediodía a la noche, pero no alertó a las autoridades. Cuando para entonces narró lo visto esa noche, dijo que al hombre “se le veía como cuando a la persona se le mete el demonio por dentro”. Guigliotty conocía a Rodríguez Torres hace 15 años, como vecino y compañero de pelota Clase B.
Ese domingo, Rodríguez Torres intentó colgarse de un árbol en el patio de la residencia de una amiga, en el sector Cotto de San Germán, pero fue descubierto a tiempo y transportado al Centro Médico de Río Piedras, donde falleció semanas después sin poder decir a las autoridades dónde estaba su pareja.
Familiares del hombre abogaron por su inocencia alegando que no era la primera vez que la mujer se desaparecía sin comunicarse. Pero la Policía confirmó que Rodríguez Torres tenía récord de violencia doméstica con parejas anteriores.
La División de Homicidios, en conjunto con la Unidad Canina y Manejo de Emergencias, realizó una búsqueda por varios días desde Cabo Rojo, San Germán hasta Lajas, pero nunca imaginaron que podría estar en Guánica, donde fue encontrada el pasado sábado 30, en horas del mediodía, por un pescador a orillas de un manglar.
El teniente González dijo que su cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición, ya sin tejido y sin cabello. Según se dijo, el cuerpo tenía amarrado de la cintura a los pies una pesa de aproximadamente 20 libras y vestía ropa oscura tipo sudadera de manga larga.
La occisa tenía tres hijos entre las edades de 11 a 13 años, quienes viven ahora con su padre biológico. Llevaba poco tiempo laborando en una compañía de seguridad en Guayanilla.
Todavía hay cosas que no entiende el hermano de la víctima. Edgardo dijo a Primera Hora que no entiende cómo los testigos de la discusión no tomaron acción en el momento para alertar a las autoridades sobre un posible caso de violencia doméstica. Sostuvo que, cuando trató de hablar con el vecino (quien dijo haber escuchado la amenaza de muerte por parte del agresor), no logró que lo escuchara.
El adolorido hermano residente en Connecticut urgió a las personas a que “reporten todo caso de violencia. Es importante”, sentenció. En nombre de sus padres, ofreció un agradecimiento a “todas las personas de la iglesia que estuvieron dando apoyo a las autoridades para encontrar a mi hermana”.
Entretanto, los preparativos del funeral los estará coordinando desde hoy en Mayagüez, y dijo que piensa mudarse a Puerto Rico para dedicarse al cuido de sus padres, que aunque gozan de buena salud, ya están en avanzada edad.