Una postal religiosa y una vela en la que se podía ver el número tres en color rojo, fueron colocadas a media mañana de hoy, sábado, ante la tumba del niño Lorenzo González Cacho en el cementerio Porta Coeli, en Bayamón.

Adela Feliciano, la mujer que le llevó estos obsequios, ni siquiera conocía al niño que hace tres años fue asesinado en circunstancias que no se han esclarecido. Sin embargo, sollozaba y se llevaba la mano al pecho, como en un intento por comprender la tragedia.

“Son tres años los que hemos estado esperando (por justicia). Y le traje esta postalita, porque eso es un ángel que está en el cielo”, afirmó Feliciano, quien recordaba con tristeza los años que han transcurrido sin que las autoridades policiacas hayan esclarecido el asesinato del niño.

La mujer sufría porque, según contó, los restos de su bisnieta descansan cerca a la tumba de Lorenzo, quien fue asesinado de golpes y heridas el 9 de marzo de 2010, cuando apenas tenía ocho años.

 “Yo sé lo que es perder un niño. La mía fue por muerte natural, pero el d eseo de todos es ver a los niños crecer y a este le han tronchado la vida tan pronto. Se pierden las esperanzas”, manifestó Feliciano.

 Al igual que esta mujer, otras personas desfilaron esta mañana ante la tumba de Lorenzo, incluyendo a un niño que llegó a jugar fútbol con él.

En la lápida, es evidente que muchas personas han dejado su huella en este el tercer aniversario de su muerte. Globos, balones de fútbol, un conejito y huevitos de pascua, varios rosarios y muchos carritos quedaron en su tumba como muestra de cariño.

Para Karmen López, portavoz del grupo Queremos Justicia para el niño Lorenzo, “es frustrante” que hayan pasado tres años sin que se haya esclarecido el crimen.

“Hay casos que son en sitios abiertos, no hay testigos y siempre cogen al culpable. Y esto, que fue en un sitio cerrado, con cuatro sospechosos y no cogen al responsable”, añadió.

 La portavoz se refería a las cuatro personas que presuntamente se encontraban en el hogar del menor, cuando fue asesinado. Estos son su madre, Ana Cacho González, y sus amigos, Jesús Genaro Camacho, William Marrero y Arnaldo Colón.

 “No hay gente mala o gente buena. Solo hay gente con conciencia o sin conciencia”, dijo, por su parte, Arnaldo Astacio, quien abogaba por justicia para Lorenzo.

 El hombre pidió a la prensa que investiguen por el pueblo quién fue el responsable de este asesinato.

 En el pasar de los curiosos y miembros del grupo formado para exigir justicia, no se observó a ningún familiar del niño llegar a la tumba. Se comentaba en el cementerio que la madre de Lorenzo acudió ayer al aposento, mientras que el padre del menor, Ahmed Alí González, no fue visto en el lugar.