“Llevó con honor su trabajo y así murió”
Familiares, amigos y colegas celebraron la vida de Luis A. Meléndez Maldonado más allá de la Policía al son de salsa con el espíritu en alto como siempre se caracterizó.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Juncos. “Mataron su cuerpo, pero yo sé que por lo menos dentro de mi corazón va a vivir por toda una vida”.
Así lo expresó agobiada por el dolor, pero a su vez conmovida por las constantes muestras de cariño de familiares, amigos y desconocidos, doña Carmen I. Meléndez, la madre de crianza de Luis A. Meléndez Maldonado, muerto en el cumplimiento del deber el miércoles pasado en el caserío Dr. Pedro J. Palau en Humacao.
En una ceremonia efectuada ayer en el salón de actividades El Valenciano en Juncos, donde es el velorio de Meléndez Maldonado al ritmo musical de salsa, el superintendente de la Policía, José L. Caldero López, lo ascendió póstumamente al rango de teniente II, tras ofrendar la vida por la seguridad del País.
Doña Carmen comentó que su hijo, quien estaba adscrito a la División de Drogas y Narcóticos de la Policía en Humacao y con 30 años de servicio, provino de una cuna humilde y fue todo un luchador como se lo enseñaron sus abuelos.
Cuando la abuela falleció, él tenía 15 años y fue entonces cuando doña Carmen se hizo cargo de él, preparó muchos pasteles para ayudarlo a lograr el sueño de convertirse en un policía.
“Llevó con honor su trabajo y así murió con honor. Él era un hombre bueno y amaba su trabajo y murió como él quiso”, expresó la madre de crianza.
A su vez, rememoró que para mayo pasado, Meléndez Maldonado le indicó en el cementerio que quería que lo sepultaran en el panteón con sus abuelos, lo que ella considera como una premonición.
En su corazón no alberga rencor pues cree en la justicia divina.
“Yo creo en la justicia de Dios. Dice la palabra que nada pasa sin que él lo permita y dice también que vivamos como si fuera el último día”, expresó doña Carmen.
Meléndez Maldonado fue baleado en el caserío Palau cuando supervisaba labores de inteligencia..
Los agentes Marcelino Pérez de Jesús y Luis García Rodríguez resultaron heridos en estos hechos.
Pérez de Jesus sufrió la amputación de una pierna por culpa de este incidente.