Además del bufete de contabilidad, tiene una empresa de auditoría, edificios para alquiler y una agencia de orientación para desempleados

Contable, oficial de custodia, abogado, agente de la Policía, repartidor de periódicos... y ¡¿cantante?!

¡Qué bien guardaíto se lo tenía, ah!

Resulta que Lutgardo Acevedo, acusado por las autoridades federales con tres cargos por conspiración y soborno, allá para el 1986, audicionó para pertenecer a la famosa agrupación juvenil Menudo.

Al parecer el niño tenía talento para el canto, el baile y para llevar esos outfits coloridos y ceñidos al cuerpo que tanto enloquecían a niñas y jóvenes, pues resultó elegido por la compañía Padosa Enterprise, que manejaba mundialmente a la agrupación.

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¿Con cuál canción habrá audicionado, con Súbete a mi moto o A Volar?

“Ven a volar, vamos a volar, cuando vuelas cualquier cosa puede ocurrir a tu alrededor. A volar, vamos a volar, la aventura ha comenzado no se sabe qué va a pasar”... y mira que ahora sí que no sabe qué va a pasar.

Pero los deseos de Lutgardo de ser famoso - al menos en términos musicales- se quedaron ahí, pues su padre no quería que “tuviera una vida de artista” y le impidió aceptar la oferta de trabajo que probablemente lo hubiera llevado a recorrer Estados Unidos y Latinoamérica. Tenía 11 años.

Aún así no se dio por vencido cuando vio frustrado su deseo de ser reconocido y, desde entonces, se dedicó a hacer hasta lo imposible para alcanzar la fama y la fortuna, al punto que algunos opinarían que convirtió su vida en un reality show, ahora con un desenlace incierto dado los cargos que pesan en su contra por sobornar al juez Manuel Acevedo Hernández a cambio de que éste lo absolviera de un caso por homicidio negligente por atropellar con su vehículo a un hombre mientras manejaba en estado de embriaguez.

A través de sus estudios, levantó una empresa que pronto abarcó toda la Isla, en parte gracias a la promoción pública que le ha dado mediante sus múltiples apariciones, en muchas de ellas acompañado de reconocidas figuras que le prestaron su imagen para promocionar la firma de contraloría.

Programas radiofónicos y de televisión, presentaciones en iglesias y centros comerciales, grabaciones de anuncios y múltiples iniciativas más lo tenían en el ojo público constantemente.

Hoy se mantiene en la palestra pública, pero por otras razones muy diferentes.

En la página web lutgardoacevedo.wordpress.com aparece un resumen de la carrera académica y trabajadora de Lutgardo, a quien “sus amigos” describen como un “hombre trabajador, filántropo, comprometido y con calidad humana”.

La página recoge también los reconocimientos locales e internacionales que ha recibido “por sus aportaciones”.

Ya a los 13 años, Lutgardo -según esta página web- tenía su primer trabajo como repartidor de leche y de periódicos en el pueblo de Quebradillas, donde residía con su familia; luego trabajó lavando camiones, en una panadería y en el desaparecido restaurante de comida rápida Golden Skillet.

Fue a los 17 años que ingresó a Corrección como oficial de custodia para poco tiempo después trasladarse a la Policía. Al mismo tiempo se matriculó en la universidad, donde completó su bachillerato en contabilidad, aunque su verdadero deseo era hacer una carrera en derecho, la cual finalmente vio hecha realidad en el 2010, cuando completó un juris doctor en la escuela de derecho Eugenio María de Hostos en Mayagüez.

“Durante su estancia en la Policía vivió lo que muy pocos agentes viven. En un asalto a varios comercios de Moca, el joven Lutgardo -a tan corta edad- expuso su vida por el bien del pueblo de Puerto Rico y al intervenir con los asaltantes se inició una persecución y un tiroteo resultando en la captura de los asaltantes”, lee parte de uno de los relatos que se hacen en la página que gira en torno a la vida del contable.

Poco tiempo después y luego de trabajar para varias empresas privadas, finalmente establece su propia firma que se convierte en lo que hoy se conoce como Lutgardo Tax Advisors.

“La oficina contaba con tan sólo un empleado subsidiado por el Gobierno, ya que este joven que se perfilaba como empresario no contaba con los recursos económicos para pagar ni siquiera un empleado. Así las cosas este buscaba en la guía, hacía llamadas, visitaba negocios y hacía innumerables gestiones para conseguir sus clientes”, mencionan sobre los pasos que tuvo que dar para el desarrollo de la empresa.

Al parecer le fue bien en esas llamadas y visitas, pues hoy cuenta con más de 100 empleados y 16 sucursales.

Pero, ojo esto no se detiene ahí. Para el 2007, el contable comenzó a explorar en el área de las bienes raíces, donde al parecer también le ha ido muy bien bajo el nombre Empresas Lutgardo Inc. Ese mismo año adquiere una estructura que hoy alberga el Tribunal Municipal de Moca y construye el edificio para rentas comerciales “Moca Professional Plaza”. También compra un edificio dedicado a la renta de viviendas en la Base Ramey de Aguadilla conocido como Edificio Lutgardo.

Si cree que todo había terminado. Negativo.

En el 2009, establece la compañía Solution Accounting, Inc. que se dedica a la preparación y educación de personas desempleadas “ayudándolas a conseguir nuevos empleos”. Además, brinda seminarios de educación continua a especialistas en planillas, contadores públicos autorizados y abogados.

El próximo reto fue crear una división que servía estrictamente al Gobierno de Puerto Rico, realizando auditorías financieras, trabajos especiales y consultorías.

“Este es el Lutgardo Acevedo que conocemos, un hombre trabajador, honesto, recto, filántropo, que se ha pasado su vida trabajando y estudiando y que siempre ha dado de sí para ayudar a los demás”, dicen “los amigos de Lutgardo”.