Macabro relato de la confesión del acusado por la muerte de Jorge Steven

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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"Papi perdóname, perdóname, yo me llevé a ese muchacho de la calle Padial y lo maté en los bajos de tu casa".
Así le dijo Juan José "Casper" Martínez Matos a su padre, justo antes de emitir una confesión al agente Ángel Rodríguez del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Cayey, sobre cómo asesinó a Jorge Steven López Mercado.
En la continuación de la vista preliminar en la sala del juez Roberto Angleró en el Tribunal de Caguas, el agente que investigó el caso declaró que llegó hasta donde "Casper" luego de que testigos lo identificaran como el individuo que se llevó a Jorge Steven la noche del 13 de noviembre de la Calle Padial en Caguas.
Rodríguez llegó a casa del padre del hoy imputado en el barrio Beatriz de Cayey y lo dirigió hacia donde estaba su hijo en una casa en el pueblo. Relató que cuando Martínez Matos lo vio le dijo "Gallo", como le dicen, qué tú haces aquí", ya que se conocían de antes.
Una vez llegaron al cuartel de Cayey, el agente le leyó las advertencias de ley, a lo que "Casper" le dijo que las entendía porque había estado preso anteriormente. El oficial le informó entonces que estaba investigando la desaparición de un joven homosexual en la calle Padial en Caguas.
"Tan pronto yo dije eso, él se puso nervioso y rápido me dijo: ‘yo confío en ti, yo te digo toda la verdad, lo único que te voy a pedir es que mi papá esté presente’. Comenzó a mover las manos, se le aguaron los ojos y pidió un cigarrillo", testificó Rodriguez a preguntas de la fiscal Yaritza Carrasquillo.
Martínez Matos se levantó y abrazó a su padre pidiéndole perdón y agregó que "tengo que decirle la verdad a Gallo porque yo confío en él".
El agente Rodríguez declaró que "Casper" le manifestó que la noche de los hechos dio algunas vueltas por Caguas buscando a una amiga de la barriada Morales que no encontró. Casper se le acercó a una joven a la que le ofreció perico para que se fuera con él, pero lo rechazó. Hizo el mismo ofrecimiento a otra joven quien sí aceptó y se fue con él.
Según Martínez Matos le relató al agente, en el camino compartieron perico y escucharon música, le dijo a la joven que tenía una casa en Cayey que si quería ir y le contestó que sí. Dijo que entraron al cuarto, continuaron usando drogas, hablaron y pusieron películas pornográficas. En un momento, la joven le dice a "Casper" que le diera dinero, él le contestó que ya le había dado bastante perico y que ya no tenía dinero. Alegó que le dio coraje y que Jorge Steven sacó una cuchilla plegadiza, por lo que le dio un puño, dijo que se le cayó la cuchilla, la recogió y le dio la primera puñalada a Jorge Steven en el cuello.
Vio que la joven se quedó sin aire y siguió cortándole el cuello, en un momento se detuvo, fue a la cocina, cogió otro cuchillo y continuó cortándole el cuello "hasta que se lo cortó completamente". Siguió con las extremidades cortándole primero los brazos y después las piernas.
"Lo picó porque después de matarlo no sabía cómo sacarlo y era más fácil sacarlo en pedazos que de cuerpo entero", señaló Rodriguez sobre la confesión de Martínez Matos. Dijo que llevó las partes del cuerpo envuelto en sabanas hasta la parte de atrás de su padre y vio un galón de gasolina en casa de un vecino y se lo llevó hasta la calle 184, en el área de Guavate. Dijo que lo lanzó a orillas de la carretera, le echó gasolina y lo prendió con un encendedor.
Regresó a su casa y había mucha sangre en el cuarto, por lo que cogió sabanas y su ropa para limpiarla. Recogió la peluca, el traje y los tacos de Jorge Steven, junto con los cuchillos que usó, los metió en bolsas y los echó en un pozo séptico vacío a la casa. También sacó el matress y lo prendió en fuego. Al día siguiente limpió la habitación con cloro.
El agente destacó que cuando "Casper" finalizó de dar las manifestaciones le dijo: "yo quiero llevarte a casa para que veas que te estoy diciendo la verdad". Rodríguez procedió a ponerlo bajo arresto, custodió la escena y ocupó el auto que usó para recoger a Steven, un Chevolet Cavalier rojo, y el que usó para deshacerse de los restos, un Toyota Corolla.
El testimonio del agente continúa mañana.