El hurto de una mochila ayer, martes, en la estación en Cupey del Tren Urbano, que contenía equipo electrónico, representó mucho más que una apropiación de meros artículos materiales. Para el joven propietario del bulto, Giovani Rodríguez Orraca de 23 años quien padece de una leve discapacidad, la información en la computadora que estaba en ese bulto es el cúmulo de esfuerzo y dedicación de tres años.

Esto porque en el dispositivo estaban todos los recursos que lo ayudaría a culminar hoy su semestre en la ICPR Junior College en Bayamón, donde cursa una carrera en computadoras.

“Mi nene tiene una condición especial. En esa computadora tiene todos sus estudios de tres años, porque desde la pandemia no hay libreta. Él terminaba hoy. Él no pudo ir ayer a su universidad y hoy está en las mismas, porque yo estoy haciendo ‘flyers’ para tirar en todos los sitios”, indicó su progenitora a Primera Hora, Sylmarie Orraca.

Según Orraca, el universitario viajaba en un vagón, el cual tuvo que ser desalojado por daños que se detectaron en el mismo. Cuando ordenaron a los tripulantes a salir de emergencia, Giovani se retiró asustado, por lo que dejó atrás la mochila, detalló la madre.

“Cuando él vira, ya es muy tarde, porque las puertas la cerraron y el vagón se había ido. Ya venía otro vagón en camino”, explicó.

Una cámara de seguridad captó a una fémina llevándose el bulto, confirmó Orraca y la oficial de prensa del Cuartel General, Yaira Rivera. El chófer interceptó a la mujer y le pidió que dejara el bulto, asegurándose de que él le entregaría el bulto a Giovani. Pero, la señora se negó en dejárselo, alegando que ella se encargaría de hacer la entrega. El vídeo que muestra la apropiación forma parte de la pesquisa y no se ha hecho público al momento.

Orraca, por su parte, le suplicó a la mujer que le entregara, al menos, la información de la computadora, aunque sea en un dispositivo portátil.

“Piensan que yo voy a coger represalias. Esa no es mi intención. Lo único que yo quiero es (que me de) un USB con la información de la computadora y quédate con la computadora”, recalcó al mencionar que está dispuesta a recompensar a la persona monetariamente.

La mochila, color gris y marca Puma, contenía una computadora portátil marca Dell, un estuche negro con tres cables para cargar teléfonos con dos baterías portátiles para celulares y una cámara marca GO PRO con su protector en acrílico transparente. La propiedad fue valorada en $1,930.

“Yo no quiero hacerle cargos a la señora. Yo quiero que le devuelva la computadora o la información. Que entienda la magnitud para un niño con condición especial lo que esto significa”, repitió.

Afortunadamente, los profesores de Giovani han sido tolerantes al advenir con la situación, aunque no necesariamente apacigua la turbulencia emocional que el hurto provocó en Giovani.

“Esta universidad es súper. Con ellos yo sé que no va a haber problemas, pero mi hijo es muy rutinario y muy responsable y, aunque yo he hablado con los maestros, él se cree que no, que no tiene el ‘break’. Él está asustado. Encima de esto, también yo faltar al trabajo que me cogí ayer, me voy a coger hoy, y me voy a coger hasta que logremos algo. Yo no lo voy a dejar solo. Es drenante. Esto lo tiene traumatizado”, lamentó.

El teniente Nelson Sotelo, de la División de Propiedad del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de San Juan, está a cargo de la investigación.

Cualquier información se pueden comunicar al 787-399-8483 o al 787-523-6000.