Maestro de Instituto Loaiza Cordero asegura que es inocente
Iván Maraver Marrero acudió esta mañana a la lectura de acusación en su contra.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Iván Maraver Marrero, maestro acusado de maltrato institucional por una agresión simple contra un estudiante, aseguró que es "totalmente" inocente.
El maestro de música del Instituto Loaíza Cordero, en Santurce, acudió esta mañana a la lectura de acusación en su contra ante la jueza Gisela Alfonso Fernández, del Tribunal de San Juan, donde se reiteró que la fecha de juicio será el 13 de agosto.
Fuera de sala, Maraver Marrero recordó que no se encontró causa en su contra por actos lascivos, como se le había imputado en un inicio, contra un estudiante de cuarto grado, que ahora tiene 11 años.
"La noble institución fundada en 1919 por Loaíza Cordero y establecida en 1923, nunca ha habido ningún maltrato. Es una institución noble que trata bien a los niños. Puede ser que haya una 'peleíta' entre los nenes, pero de maltrato como se ha querido dar la impresión, eso es totalmente falso. Es una institución noble. Ahí no ha habido nunca maltrato", expresó Maraver Marrero, quien lleva 17 años como maestro en dicho instituto.
Opinó que "hay personas dentro que quieren hacerle daño a otros y este caso no es distinto".
En cuanto a la posible intención del menor, Maraver Marrero dijo que él no regaña a nadie y demostró que para "mandar a callar" a las personas en el tribunal, no tenía que gritar para que se callaran, sino que solamente tenía que pararse derecho y chasquear los dedos, y así lo hizo, dramatizando cómo imparte disciplina en la institución para estudiantes no videntes.
"La motivación que el niño tiene me parece que es externa, no interna. Estoy confiado en que voy a salir bien de este proceso", agregó Maraver Marrero, quien es representado por César Maraver.
Los hechos de este caso supuestamente ocurrieron en el 2011, cuando el menor tenía nueve años. El infante alegó que el maestro le agarró por sus genitales cuando regresaba del baño, pero no reportó el incidente, hasta dos años después cuando un compañero de clases le dijo que el educador lo había agredido físicamente.
Los cargos originales contra Maraver Marrero eran actos lascivos y amenaza a testigos, pero no prosperaron.