Mayagüez. Nannette Martínez Camacho dormía en su cuarto la noche del 23 de marzo cuando el grito desgarrador de su hija, Jomaira Hernández Martínez, la despertó: “¡Mami, me estoy quemando!”.

Al llegar a la sala, vio a su hija de 13 años arropada en llamas en el sofá donde la había dejado dormida.

Así lo reveló hoy Martínez Camacho en la sala 304 del Tribunal de Mayagüez, que preside la jueza Soraya Méndez Polanco, como parte de su testimonio en la vista preliminar contra Wilson Meléndez Bonilla, acusado de prender en fuego a la menor en su residencia en Cabo Rojo.

La madre de la víctima, que falleció a consecuencia de las quemaduras, fue sentada como testigo del Ministerio Público y, a preguntas de la fiscal Blanca Portela, narró con detalles la aterradora escena que se encontró.

“Estábamos sentados los tres (Jomaira, un hermano de la víctima y la mamá) en la sala jugando briscas. La nena se acostó en el primer sillón y yo me fui para el cuarto. Era como las siete y pico (de la noche). Los nenes se quedaron dormidos y yo me quedé en el cuarto esperando al papá y a la otra nena, y también me quedé dormida”, narró.

“Estaba durmiendo cuando escuché un grito que venía de la sala. Era la voz de mi hija, Jomaira. ‘¡Me quemo!’ Lo gritó como tres veces. ‘¡Mami, me estoy quemando!’”, sostuvo.

Según su narración de los hechos, tan pronto salió a la sala vio a su hija arropada en una sábana prendida en llamas. 

“Le quité la sábana, pero la camiseta también estaba quemándose… La espalda estaba en fuego. Levanto al nene, que va corriendo a buscar la manguera. Mientras él le pega la manguera, yo trato de quitarle la camiseta. Uno de los vecinos de al lado me ayudó, llamó a la ambulancia”, sostuvo la madre de la víctima.

En el interrogatorio, la fiscalía presentó imágenes de las condiciones en que quedó la residencia. El sofá donde la menor dormía fue consumido por las llamas y también la pared de la casa quedó afectada. Asimismo, indicó que al momento del fuego sintió un fuerte olor a gasolina.

Como parte de su narración, Martínez Camacho admitió que existía una relación sentimental entre su hija y el ahora acusado. De igual forma, aceptó que en varias ocasiones el joven se quedó a dormir en su residencia junto con su hija. Sin embargo, indicó que en más de una ocasión le preguntó si tenía relaciones sexuales con Méndez Bonilla y la menor siempre lo negó.

La testigo describió al acusado como un muchacho “tranquilo”.

“Wilson la ayudaba en todo. Siempre estábamos todos juntos: la nena, él y los hermanos. Salíamos juntos para el parque o a montar caballos”, apuntó.

En el corto contrainterrogatorio que sometió el abogado de defensa, Carlos Cruz Martínez, la testigo indicó que no vio entrar a Wilson Meléndez Bonilla a su residencia y reiteró que no le constaba que tuvieran relaciones sexuales.

El Ministerio Público también sentó a testificar a la patóloga forense Rosa Rodríguez Castillo, quien a través de fotografías explicó la magnitud de las quemaduras que sufrió Yomaira y que, finalmente, le costaron la vida.

La experta confirmó que la víctima sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el 85% de su cuerpo. Dijo que las posibilidades de sobrevivir a lesiones de esa magnitud eran mínimas.

“El daño es tan severo que todas las capas de la piel fueron afectadas, la dermis y la epidermis. Se rompió la integridad de la piel”, destacó Rodríguez Castillo, quien indicó que el cuerpo presentaba quemaduras serias en todo el lado izquierdo, tórax, brazo, antebrazo, cuello, lado izquierdo de la cara, espalda y extremidades inferiores.

Por la severidad de las lesiones, varios de los órganos principales -como corazón, pulmones y riñones- se afectaron hasta provocarle la muerte. 

“¿Cuál era la probabilidad de que la niña sobreviviera a un daño tan extenso?”, preguntó la fiscal Portela.

“Cuando las lesiones de quemaduras son más de un 50%, la probabilidad de fatalidad es muy alta. Un 90% o 95% de probabilidad”, respondió la galena.

La defensa no contrainterrogó a la patóloga forense.

La vista continúa el jueves. Se espera que en esa ocasión se siente a testificar el oficial de la policía que atendió la emergencia.

Multan a la defensa

La vista, que estaba pautada para comenzar a las 9:00 a.m., no inició hasta horas de la tarde porque los abogados de defensa no se presentaron en la mañana. Luego de varias llamadas de los alguaciles del tribunal de Mayagüez, se supo que Cruz Martínez se encontraba en el tribunal de Aguada atendiendo otro señalamiento.

La jueza se comunicó directamente con el tribunal de Aguada para pedirle a los abogados de defensa que se presentaran “lo antes posible” en su sala.

A su llegada al tribunal mayagüezano, a eso de las 11:20 a.m., Cruz Martínez pidió disculpas. Indicó que había olvidado el señalamiento y trató de suspender la vista en Aguada, pero no tuvo éxito. De igual manera, aseguró que su compañero, Lenny Bonet Nazario, tenía la intención de representarlo en la vista de Meléndez Bonilla, pero tuvo un percance con el auto y tampoco pudo presentarse.

La jueza, sin embargo, les indicó que el atraso no estaba justificado, ya que tampoco se comunicaron a la sala para excusarse, y les impuso una multa de $250 a cada uno “por haber entorpecido el procedimiento y su incomparecencia como había sido ordenado por el tribunal”.

La vista continúa el jueves. Se espera que en esa ocasión se siente a testificar el oficial de la policía que atendió la emergencia.