Un grupo de manifestantes, encabezados por el excandidato a la gobernación, Eliezer Molina, abrieron este sábado varios portones que limitaban el acceso a la playa Sardinera en Hatillo.

Según alegó el activista, la calle que estaba cerrada al paso es municipal. Por ello, en un vídeo que publicó en Facebook, le señaló al alcalde Carlos Román, así como al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y la Junta de Planificación que se puede abrir acceso para llegar a las playas.

“Si usted no se tira en la calle para reclamar lo que le están robando, lo van a dejar sin nada”, afirmó Molina, al denunciar que se habían dañado unas dunas para construir un estacionamiento en la zona.

No obstante, la manifestación realizada en Hatillo le ganó al grupo una querella policiaca por daños a la propiedad privada.

En un informe policiaco, se detalló que el capitán Rafael Asencio Terrón, comandante de Zona del área de Arecibo, informó Molina convocó a una manifestación en la playa Sardinera.

Se alega que los manifestantes ocasionaron daños a los portones de entrada a la Iglesia de Jesucristo es el Señor, localizada en la carretera PR-2. Además, una segunda propiedad privada resultó con daños a los portones en la calle Aveto final, del barrio Carrizales de Hatillo.

Por los incidentes mencionados, se informó que se radicó una querella por daños.

Los agentes Angel Vázquez y Alexander Lugo, del distrito de Hatillo, investigaron preliminarmente. La División de Delitos contra la Propiedad del área de Arecibo, continuará con la investigación.

La calle que abrieron los manifestantes lleva años cerrada. La misma era usada hace varias décadas atrás como el acceso era el principal para llegar a la playa Sardinera, conocida por tener una posita natural que evita que las corrientes y el fuerte oleaje de la zona sea perjudicial para los bañistas.

Desde que se construyó allí la iglesia, se comenzó a cobrar a las personas para entrar a la finca y estacionarse para llegar a la playa. Sin embargo, hace meses permanece la zona cerrada.

Ante esta situación, el acceso principal a la playa fue movido por el municipio a una calle contigua al hotel municipal.