Mayagüez. ¿Qué le parecería si un “bolígrafo raro” que ve en el baño privado de su oficina se trata, en realidad, de una camarita oculta?

¿Cóóóóóóómo? Pues es el caso de una empleada de la oficina de Ángel Rivera de los Ríos, de 65 años, un reconocido dermatólogo con práctica en el pueblo de Mayagüez.

Ayer la jueza Angie Acosta encontró causa para arresto contra Rivera de los Ríos, a quien se le imputan cinco cargos criminales por grabación ilegal de imágenes con una cámara espía colocada en el servicio sanitario privado de su consultorio en la calle Dr. Basora.

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Según el Código Penal, este tipo de delito es grave, con pena de tres años de cárcel. La magistrada le fijó $50,000 de fianza, de la cual el médico prestó el 10 por ciento.

Según lo que pudo constatar la testigo (quien no fue identificada), el comportamiento comienza entre el 1 de enero y el 4 de junio de este año. Se dijo que, al momento, no se ha reportado que antes de esas fechas hubiera habido otros vídeos.

“Ella estaba utilizando el baño y se percata de que la estaban grabando. Había un bolígrafo colocado en el armario del baño. Ella lo toma y, cuando descubre lo que es, me lo trae”, relató la agente investigadora de la Unidad de Delitos Sexuales en Mayagüez Marlyn Álvarez, quien comenzó la pesquisa el pasado 10 de junio.

Alegadamente, se encontraron dos bolígrafos con cámara ocultos en el baño privado del dermatólogo, cuarto que utilizaban él y otras dos empleadas. Una de las microcámaras estaba ubicada en un gabinete y la otra, en el área del papel higiénico. Se dijo que hasta el momento la prueba permanece dentro del “bolígrafo espía”. Aparentemente, la investigación no arroja que exista evidencia dentro de la computadora del médico.

La fiscal de distrito Blanca Portela aseguró que “la evidencia está clara, más allá de duda razonable, y que es incontrovertible que (las cámaras) fueron colocadas por el doctor”.

“Las imágenes que se graban son de una de las secretarias utilizando el baño, en la intimidad que eso representa. Más allá del delito, esa conducta bochornosa y ofensiva lesiona la integridad de las damas”, dijo.

La defensa se allanó a la causa. “En esta etapa del proceso, la fiscal no presentó los testigos. Sometió el caso por declaraciones juradas, y los abogados no tenemos derecho a examinar esos documentos en esta etapa, por lo que no conozco la prueba”, manifestó el licenciado Gabriel Olivieri Miranda, abogado de defensa de Rivera de los Ríos.

“Tengo que esperar a que en la próxima etapa presenten esos testigos para poder hacerles preguntas”, dijo a la salida del tribunal municipal. Agregó que el médico, quien lleva ejerciendo su profesión por más de 30 años, “está tranquilo y ha entendido que es el comienzo de todo un proceso al cual tiene que someterse y está cooperando”, aseguró.

Sobre si el médico piensa continuar con su práctica, el abogado expresó que “eso es algo que él está evaluando, es una persona mayor, tiene su familia y tiene que analizar con ellos si sigue trabajando o no”.

Olivieri Miranda reconoció que hubiese preferido que la fiscal de distrito presentara la evidencia desde esta etapa del proceso para poder examinarla.