“Nunca he defraudado a nadie ni defraudaré a nadie jamás”.

El abogado Miguel Lausell rechazó haber participado de un fraude de $7.8 millones cometido contra las compañías Betteroads Asphalt Corp. y Betterrecycling Corp. como reclama el empresario Arturo Díaz hijo en una demanda radicada en el Tribunal de Primera Instancia de San Juan.

Betteroads Asphalt Corp. y Betterrecycling Corp. demandaron a la compañía Arevenca, con sede en Aruba, y a su presidente, Francisco Javier González; a Madasi Oil Corp. y a su presidente, Marcos Da Silva, y a su socio Miguel Lausell.

Reclaman la devolución de $7.8 millones que pagaron por 100,000 barriles de asfalto líquido que compraron y nunca les entregaron.

“Nunca he defraudado a nadie ni jamás defraudaré a nadie. Tampoco hice una falsa representación. Es un libelo. Una calumnia. No sé como se atreven decir algo así. No es como dice don Arturo, a quien le tengo mucho cariño”, dijo Lausell con tono de indignación.

“Esto empezó porque al señor Da Silva le informaron que Betteroads tenía necesidad de un producto que era asfalto. En esos días se había nombrado a Madasi Oil, representante de Arevenca en Puerto Rico. Arevenca, en ese momento, era una compañía importante, fuerte, que ha hecho negocios millonarios con China, con cuentas bancarias sustanciales en Estados Unidos. El dueño, Francisco Javier González, era una persona prominente, que inclusive se ha reunido con el rey de España. Vive en Aruba y España”, expuso.

“No estamos hablando de una compañía quenepita. Estamos hablando de una compañía de prestigio. Cuando le dicen a Da Silva que tienen interés de comprar material, solicitamos una reunión y nos reunimos con Arturo Díaz, hijo; Arturito”, acotó.

El abogado rechazó el haber hecho una falsa representación, como se le imputa, al supuestamente mostrar interés en comprar Coco Beach para vender los barriles de asfalto.

Lausell hizo claro que él no es realtor. Sostuvo que fue Arturo Díaz quien lo llamó aparte para hablarle de Coco Beach.

“Me dice: ‘Miguel, ¿puedes salir? Tengo algo importante que hablar contigo. Yo necesito de tus contactos internacionales, que me consigas alguien que pueda comprar el proyecto o financiarlo’. Le dije a Arturo que con mucho gusto. Tanto era la premura que buscaron el helicóptero de ellos y me llevaron a Coco Beach. Nosotros no fuimos allí como corredores de bienes raíces. Es una mentira. Es una calumnia. No sé cómo un abogado firma esas cosas tan falsas”, dijo.

Lausell y su socio Da Silva le indicaron a Primera Hora que ellos solo representaron a Arevenca para hacer la oferta de asfalto líquido, pero que la negociación la llevaron directamente los empresarios Díaz con la compañía vendedora.

“Nosotros no intervinimos ni con la firma del contrato ni con los acuerdos. Fueron ellos (Arturo y Jorge) quienes lo hicieron. Nuestro nombre no aparece por ningún lado en esa transacción”, afirmó Lausell.

Este recabó la amistad habida entre las dos familias y pidió a Arturo Díaz que retire la demanda en su contra y que juntos, aunando esfuerzos, pueden hacer las gestiones para que Arevenca les devuelva los $7.8 millones que depositaron en un banco de Suiza como pago del asfalto que nunca les entregaron.