Moca- Una mujer de Moca se convirtió la madrugada de este lunes en la primera víctima de un crimen violencia de género del 2015 tras ser asesinada de varios disparos por su esposo en su residencia, ubicada en el sector Avilés del barrio Cerro Gordo de este municipio.

La víctima fue identificada como Elizabeth Feliciano Soto, de 36 años. Su esposo, Danny Vélez Valentín, de 38 años, se entregó a las autoridades en un cuartel de la Policía en Isabela, donde confesó el crimen, informó el inspector Juan Corchado Vargas, jefe del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de la región policiaca de Aguadilla, a donde fue trasladado posteriormente.

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El cuerpo sin vida de Feliciano Soto fue encontrado en el cuarto de su residencia, ubicada en la carretera PR-495, a la altura del kilómetro 0.6. De acuerdo a la Policía, presentaba dos heridas de bala en la nuca.

Mientras la policía investigaba la escena, decenas de personas, entre ellos familiares, allegados y vecinos de Feliciano Soto observaban incrédulos. Varios no podían contener el llanto ante el brutal impacto y violencia del crimen.

"Era la bebé de la casa", expresó Edwin Feliciano Soto, uno de los hermanos mayores de la víctima y a quien le tocó identificar el cuerpo de su hermana durante la investigación de las autoridades.

"Es lo mejor que pude haber tenido como hermana. Era excelente. Buena hija, buena madre, buena hermana", agregó Edwin, quien dijo desconocía de los problemas por los que atravesaba su hermana con su pareja.

Feliciano Soto trabajaba en el Departamento de Obras Públicas estatal, mientras que Vélez Valentín también era empleado público, pero supuestamente estaba pensionado.

La pareja había procreado dos hijos. La hija mayor de 22 años y el hijo menor de 18 años.

"Es algo que no tiene perdón", manifestó indignado, Edwin Feliciano Quintana, sobrino de la víctima.

Este crimen de violencia machista se produce varios meses después de que fuera expedida una orden de protección para Feliciano Soto, la menor de nueve hermanos, madre de dos hijos adultos y quien pronto se convertiría en abuela.

La sargento Katherine Hernández, directora de la División de Violencia Doméstica de Aguadilla, indicó que el 22 de octubre pasado Feliciano Soto solicitó una orden de protección ex parte, que fue expedida de manera provisional, hasta que se celebrara una vista para que el agresor presentara su versión. La agente señaló que el 12 de noviembre se celebró la vista, pero la orden quedó sin efecto, luego que la víctima desistiera de seguir con el proceso, situación común entre mujeres sometidas a un ciclo de maltrato conyugal.

"Cuando llega la orden de protección ex parte, a nosotros no se nos da la data completa", añadió Hernández, al destacar que no tenían información de por qué Feliciano Soto había solicitado aquella orden de protección. "Entendemos que ella quería terminar con la relación, pero la situación específica se detalla en la orden final y firme".

Hernández dijo que la pareja había convivido por 22 años, pero que se casaron hace cinco años. Resaltó que familiares de la mujer entrevistados por la Policía no ofrecieron detalles de incidentes previos y dijeron desconocer que la víctima había solicitado una orden de protección.

De acuerdo con el teniente Carlos Peña Serrano, director de la División de Homicidios del CIC de Aguadilla, la pareja continuó su relación después de cerrado el caso de la orden de protección.

Incluso, vecinos del barrio Cerro Gordo de Moca señalaron que vieron a la pareja compartir durante las fiestas navideñas. Peña Serrano dijo que, según la investigación, ambos asistieron a una fiesta en la noche del domingo en el mismo barrio. Alegadamente, la mujer se fue antes a su casa y luego el presunto agresor fue llevado a la residencia por uno de sus hijos pasada la 1:00 de la madrugada, según informaron las autoridades.

"Ahí es cuando suceden los hechos", dijo Peña Serrano, quien expresó que tras cometer el crimen, Vélez Valentín acudió a entregarse a un cuartel de Isabela junto a un pariente. "No es hasta las 2:28 (de la mañana) que llega el primer agente a la escena y corrobora una información que ya el caballero había ofrecido (a la Policía) cuando, con su cuñado, había llegado al cuartel de Isabela para entregarse".

"Hasta la fecha todo lo que él ha dicho ha sido cierto, incluyendo las manifestaciones que hace de que la había matado", agregó.

Peña Serrano dijo que todavía estaba bajo investigación si Vélez Valentín realizó más disparos de los que impactaron el cuerpo de Feliciano Soto. Mientras, adelantó que de la escena se desprende que la mujer fue sorprendida por su agresor y que no tuvo tiempo de defenderse o reaccionar al ataque.

También indicó que, como parte de su confesión a las autoridades, Vélez Valentín mencionó el lugar donde supuestamente habría lanzador el arma que usó para cometer el crimen, pero según el inspector Corchado Vargas, todavía en horas de la tarde, el revólver calibre 22 que poseía de manera ilegal, no había sido recuperado. El hombre dijo a la prensa que era un arma "vieja" que pertenecía a su padre.

Las autoridades completarían esta tarde las entrevistas al individuo. Corchado Vargas, expresó que esperaba que los cargos contra Vélez Valentín fueran radicados hoy mismo y que el fiscal Orlando Velázquez estará a cargo de ese proceso, pero entendía que podían radicarse cargos por asesinato y violación a la Ley de Armas.

Mientras, el cuerpo de Feliciano Soto fue enviado al Instituto de Ciencias Forenses.