Las incautaciones de cargamentos  millonarios de cocaína han disminuido este año por los cambios en las estrategias de los narcotraficantes para evitar ser capturados.  

En lo que va de año, se han incautado en desembarcos de cargamentos por las costas del país y por medio de otras intervenciones en colaboración con agencias federales, 4,378 kilos de cocaína, lo que representa 3,368 piezas menos que las ocupadas durante el 2015.

Sin embargo, para el coronel Luis Colón, quien es el director del negociado de Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA), este año han logrado cumplir con las metas que les ha fijado el programa de High Intensity Drug Trafficking Area (HIDTA), organización dedicada a la lucha contra el tráfico de sustancias controladas en el Caribe. 

El funcionario justificó la baja en la ocupación de drogas, en especial de cocaína, debido a que se han visto obligados a hacer cambios en las estrategias para atajar el tráfico de sustancias controladas establecidas por FURA con las agencias federales y las autoridades de la República Dominicana tras desarticular el año pasado varias poderosas organizaciones las cuales han modificado sus tácticas para el tráfico de estos contrabandos. 

“El año pasado fue un año extraordinario en la historia de FURA, pero este año no ha sido igual, la incautación no ha sido la misma porque esto es un negocio. En la medida que tomamos una ofensiva ellos asumen defensiva y hacen cambios en sus estrategias, hacen sus ajustes”, explicó el coronel Colón. 

Además, han tenido que realizar una labor más intensa para levantar información a través de las Divisiones de Inteligencia con el fin de elaborar nuevos planes para interceptar estos cargamentos. 

Con el cambio de liderato en varias agencias federales, las autoridades locales hicieron ajustes para adaptarse a los nuevos estilos de trabajo y de comunicación con los actuales incumbentes para mantener los acuerdos de colaboración como parte de estas iniciativas antidrogas. 

La mayoría de los cargamentos ocupados este año entraron por el norte y el sureste, apuntó Colón.  

El valor del kilo de cocaína varía considerablemente entre el país de origen desde donde se transporta hasta llegar a los Estados Unidos. 

“La droga que llega aquí para consumirse en Puerto Rico es mínima, mucha de la droga llega a la isla porque es un trampolín hacia Estados Unidos que es donde realmente la droga toma valor. Por tal razón, un kilo puede  estar entre los 25 a 32 mil dólares en las Islas Vírgenes, pero en Nueva York o en otras partes de Estados Unidos está cerca de los 50 mil dólares”, comentó Colón.

Se queda aquí el 20% de la droga  de contrabando 

Los cargamentos de drogas, en su mayoría de cocaína, ingresan a Puerto Rico por las costas entre los municipios de Loíza y Fajardo, de Naguabo a Patillas y entre Aguadilla y Dorado, según el Negociado de Drogas, Narcóticos, Control del Vicio y Armas de Fuego.

 El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) reveló que una de las tres rutas marítimas que utilizan los narcotraficantes para transportar los cargamentos se origina desde la República Dominicana hacia Puerto Rico. 

La segunda opción a la que recurren los narcotraficantes es desde Venezuela o Colombia donde se envía en una embarcación hasta un punto intermedio y de Puerto Rico se despacha una lancha para recoger ese cargamento. En altamar se hace la transferencia para evadir el patrullaje costero. 

También desde Venezuela o Colombia se acostumbra a transportar sustancias controladas por el Mar Caribe hacia las islas de las Antillas Menores. 

El 20 por ciento de la droga de contrabando se queda en Puerto Rico para el consumo local y el 80 por ciento  es enviado a las grandes ciudades en la costa este de los Estados Unidos. 

Las autoridades han visto un incremento en el uso de lanchas rápidas para introducir los cargamentos debido a que son veloces, son más difíciles de detectar por los radares de las autoridades, pasan desapercibidas, consumen menos combustible y pueden transportar una mayor cantidad de fardos.