Narran cómo vieron morir a sus familiares
En el juicio contra Justino Sánchez Díaz.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Arecibo. El Día de Año Nuevo, Justino Sánchez Díaz sorprendió a los invitados a su casa a cenar cuando, de repente, apareció en el área del comedor con una especie de antorcha en la mano y prendió en fuego a los siete comensales.
“Todos se iban prendiendo. Todos se iban quemando”, narró ayer, en el Centro Judicial de Arecibo, Nydia Díaz Cortés, tía materna del acusado. “Ellos no se movían ni hacían nada, se quedaban petrificados”, agregó.
Díaz Cortés es uno de los seis testigos que los fiscales Wilson González y Marie Christine Amy presentaron durante el segundo día de juicio contra Sánchez Díaz, acusado de asesinato, tentativa de asesinato e incendio agravado.
En esa mesa de comedor estaban Samuel Molina Sánchez, Pamela, Patricia y Jesús Sánchez Vázquez, sobrinos del acusado; su hermano Pedro Sánchez Díaz, su cuñada Nereida Vázquez, y Kate Donahue, prometida de Jesús.
De ese grupo, sólo sobrevivieron Pedro y su hija, Patricia. También falleció Josefina Sánchez Díaz, madre del acusado, quien estaba en la cocina de la casa.
Por otra parte, Glorimar de Jesús Mangual, viuda de Samuel, testificó que el acusado insistió en que ella y sus dos hijos acompañaran a su esposo a la reunión que tendría la familia.
La testigo señaló que, cerca de diez minutos después de que su esposo cruzó de su casa a la de sus abuelos, escuchó gritos y poco después observó un humo que salía de esa residencia.
De Jesús Mangual dijo que vio a su esposo salir a gatas de la casa de sus abuelos y que su cuerpo estaba completamente quemado.
“Él era trigueño y se veía blanco porque tenía toda su piel colgando”, narró De Jesús Mangual. “Nos dimos un abrazo, él y yo y los nenes y nos dijo: ‘Todo va a salir bien’”, relató la testigo, para luego aclarar que su marido murió al otro día en el Centro Médico.
Por otro lado, testificó José Rafael Loubriel Díaz, quien declaró que no asistió a la cena en la casa de su prima, Josefina, pero que ayudó a socorrer a las víctimas porque vive en el mismo sector La Maldonado, en Florida.
El testigo señaló que cuando trataba de sacar de la casa a su prima, la anciana le comentó que Justino había tratado de encender un trimmer dentro de la casa.
“Vi a un grupo de mujeres jóvenes sin ropa, quemadas de una manera horrorosa”, relató Loubriel Díaz.
El testigo dijo que una de las víctimas logró ver a Justino y comenzó a gritar que lo arrestaran porque ésa era la persona que los había quemado.