Ni la Navidad se salva de los pillos

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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“Mami, ¿por qué Santa se fue?”
El pequeño Allan, de un año y medio, lo primero que hizo al despertar ayer fue buscar el muñeco inflable de Santa Claus que decoraba el patio frontal de su casa, en la urbanización Valles de Santa Olaya, en Bayamón. Sin embargo, se llevó una gran desilusión cuando vio que el viejo barrigón amigo de todos los niños no estaba: se lo habían robado.
Aunque su madre, Grizel Rivera, trató de explicarle lo sucedido, aún anoche el niño preguntaba constantemente por el personaje navideño.
“Me da coraje porque los nenes no saben. Es increíble que estas cosas pasen”, dijo la mujer, a la que también le tumbaron un muñeco de Winnie the Pooh.
“Tendré que esperar que liquiden los inflables para comprar otro Santa”, dijo resignada.
La misma historia se repitió en otros seis hogares, incluyendo el de Rosa Molina, en donde los sicarios fueron selectivos y se llevaron uno de los dos infables de cuatro pies que decoraban su hogar.
“Se llevaron el Santa y me dejaron el árbol... debe ser que como es más feo, más viejo y se vira...”, dijo quien tuvo que explicarle a su pequeño hijo Yadier, de tres años, que un pillo se había llevado el muñeco.
“Mami, ¿qué es eso de pillo?”, cuenta que le dijo inocentemente el nene que pensaba que Santa Claus estaba jugando al esconder con él.
“Dito, me dio una pena”, dijo Molina, quien calificó de “pocavergüenza” la modalidad criminal.
Aunque fue un atrevimiento de su parte una de las víctimas, Jonmarie Ramírez, tuvo la osadía de enfrentar a los delincuentes cuando se percató de que alguien estaba robando los inflables que con mucho sacrificio había comprado para decorar su hogar.
“Los vi cuando se estaban yendo y me les fui corriendo detrás, pero arrancaron en un carro”, dijo quien invirtió sobre $200 en los accesorios que sustituyó por un trío “más baratito”.
“Los voy a poner un ratito y los voy a meter dentro de la casa cuando me vaya a acostar”, dijo sobre su estrategia antirrobos.
Primera Hora conversó con un oficial de la Policía que realizaba una ronda preventiva en la urbanización y éste admitió que el robo de inflables en el área “es común” y responsabilizó a una “ganga de delincuentes” de los hechos.
“Lo que nos han dicho es que se trata de gente de otro barrio que se dedican a eso en la Navidad”, expresó el oficial Alberto Santos.
El uniformado dijo que es “inevitable” frenar a la organización criminal aun cuando se han hecho esfuerzos para combatir la incidencia de robos en el área -donde el escalamiento de enseres del hogar es la orden del día.
“Ahora mismo yo estoy haciendo una ronda, y vengo cada media hora, pero ellos se las ingenian”, dijo el policía, que culmina su turno a las 7:00 de la noche.
“No se resuelve nada viniendo de noche, tienen que venir de madrugada. Por eso nosotros ni hacemos querellas, porque los guardias nunca encuentran a los pillos”, dijo Molina en referencia a que varios de sus vecinos han sido víctimas de escalamientos, por lo que han tenido que instalar alarmas en sus residencias.