A más de tres meses del llamado party de pinturas de Juncos, los estudiantes perjudicados claman por que se les haga justicia.

Primera Hora supo que los resultados de las muestras de pintura que analizó el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) arrojaron positivo a una sustancia alcalina corrosiva.

En el party, más de 30 estudiantes resultaron afectados, algunos con quemaduras graves como es el caso de la jovencita de 17 años Tachira Sánchez Carrasquillo, quien perdió la visión por el ojo izquierdo a consecuencia de la pintura que les rociaron en la cara y en el cuerpo el 12 de octubre pasado.

A estas alturas, las autoridades no han entrevistado al promotor del espectáculo, pero el fiscal a cargo de la investigación, Néstor Acevedo, aseguró ayer que la pesquisa no está cerrada.

“Durante el mes de febrero espero que tengamos una determinación sobre la conclusión de la investigación que nos llevará a decidir si procede o no radicar el caso”, dijo.

¿Por qué la pesquisa ha tardado tanto?

Definitivamente hubo unos daños, pero hay que determinar si el caso procede en el nivel criminal o civil. El caso no está muerto. Quien haya dicho eso se equivocó. El suceso ocurrió en octubre, pero se ha estado trabajando con eso.

Acevedo dijo que ya todos los perjudicados que han comparecido a la Policía y a la fiscalía fueron entrevistados, excepto “una jovencita que no se ha podido dar con ella”. Indicó que han entrevistado a una decena de jovencitos, quienes acudieron con sus padres.

El fiscal aceptó que a nivel civil puede haber algún tipo de responsabilidad de la persona que organizó el evento y, tal vez, del fabricante de la pintura.

No obstante, estableció que para radicar el caso criminal tiene que contar con prueba “mas allá de duda razonable” de que la pintura que les rociaron a los adolescentes fue adulterada por alguien en específico.

En cuanto a la entrevista al promotor, indicó que “eso viene por ahí”.

El party lo produjo Juan Ramos, conocido como “DJ Papo”, de JAR Sound and DJ Entertainment, según se desprende de la invitación publicada en Facebook y de los testimonios de los padres. El evento se celebró para recaudar fondos para la clase graduanda de la escuela José Collazo de Juncos en la residencia de uno de los graduandos.

Mientras tanto, Jessee, una de las estudiantes afectadas, se mostró desilusionada con la falta de acción del Estado.

“Ya estoy bien, pero se me quedó una cicatriz entremedio del busto. Es triste porque uno se queda con esa cicatriz”, relató la estudiante. Dijo que la fiscalía la citó una vez y prestó su testimonio. “Creo que lo engavetaron. Después que nos citaron a todos, como que ha habido silencio”, sostuvo la jovencita.