Fue una conexión a primera vista.

Desde muy pequeño el niño Brian Rosado Fuentes ya sentía un gran respeto y admiración por el trabajo que realizan los policías y se veía en un futuro impartiendo ley y orden, pero no fue hasta el 11 de abril, cuando conoció la División de Explosivos del área de Arecibo, que encontró su norte.

Ese día los agentes y su supervisor visitaron por primera vez la escuela Amalia López de Ávila, en Camuy, para participar en la Feria anual de Seguridad, cuando un niño que vestía una camisa azul con un impreso que leía “Policía” se acercó a la mesa de exhibición llamando la atención de todos y allí permaneció durante las tres horas de su estadía.

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Los agentes no lo sabían, pero para Brian ese era su “día especial”.

El agente Alejandro Rappa Rojas, de inmediato le preguntó si había policías en su familia y este respondió que no. Desde ese instante no se separó de ellos ya que con extrema curiosidad comenzó a formularle muchas preguntas de una manera muy peculiar ya que considera que al hablar intercala frases de adulto.

“Ese niño es una inspiración, escucharlo nada más es una inspiración...es bien especial me robó el corazón a mí”, observó Rappa Rojas, quien reveló que el menor ya se siente parte de su familia porque un abrazo suyo le recarga las energías positivas.

Más tarde, su progenitora Rosita Fuentes Martínez se les acercó para recalcar su deseo de convertirse en policía al extremo que solo quería dormir con camisas color azul y usaba la ropa que tenía su emblema para ir a casi todos lados.

Ahí les surgió la idea de celebrarle un cumpleaños especial el 15 de mayo para darle una sorpresa a él y a sus compañeros de clase que fuera inolvidable.

El sargento Christian Avilés Aponte, quien es el supervisor de la división y técnico de Arecibo y Aguadilla, vistió el traje antiexplosivo para que tuvieran la experiencia de observar el equipo especializado.

Además, le regalaron dos camisas con el parcho de la división y el número de placa con su fecha de cumpleaños y contó con la visita de la pareja de los súper héroes del área policíaca de Arecibo.

“Él se siente que es agente de explosivos y lo tratamos como tal”, recalcó el sargento Avilés Aponte.

El vínculo se ha convertido en uno inquebrantable a través del tiempo ya que el niño de siete años les envía mensajes, los llama, se involucra en actividades y hasta visitó las oficinas centrales en el Cuartel General de la Policía en Hato Rey. De hecho, colaboró en la campaña orientación sobre el uso de pirotecnia y aparece en uno de los vídeos que será publicado en Navidad.

“Para nosotros como policías nos da esa emoción esas ganas de seguir ayudando a la comunidad llevando el mensaje de positivismo. Que los policías no estamos solamente para castigar y penalizar, sino que estamos para dar esa ayuda, esa mano amiga y de aportar nuestro granito de arena para forjar un Puerto Rico mejor. Porque ahora mismo la Policía necesita que estos niños se inclinen a ser policías para tener una mejor seguridad en el futuro”, manifestó conmovido Avilés Aponte.

Brian Rosado Fuentes, de 7 años, quien aspira a ser policía recibió una sorpresa en su escuela de parte de la División de Explosivos del área de Arecibo por su gran compromiso.
Brian Rosado Fuentes, de 7 años, quien aspira a ser policía recibió una sorpresa en su escuela de parte de la División de Explosivos del área de Arecibo por su gran compromiso. (Suministrada por la Policía)

Hoy, viernes, 5 de diciembre le llegó a Brian otra sorpresa cuando su equipo llegó al aula para entregarle obsequios a él y a sus compañeros de escuela de la mano del “Santa Explosivo” en reciprocidad por su ayuda e inspiradora alegría de vivir.

“Como él nos ha ayudado tanto y siempre está con nosotros decidimos llevarle hoy aparte de la orientación de pirotecnia a esos estudiantes, decidimos llevarle a Santa Claus. Entre todos le compramos una bicicleta a él y a los otros niños le regalaron obsequios, en ese salón hay 18 niños y todos tuvieron su regalo y todo felices”, contó el sargento.

Siempre ha querido ser policía

La progenitora de Brian habló de su deseo de ser policía y narró un momento que considera que fue crucial para llamar su atención, precisamente a sus tres años durante una intervención de tránsito en la que fue detenida.

“Vio unos policías al lado del carrito que yo tenía para ese momento y él se quitó el cinturón (del “carseat”) y a mí el oficial me detuvo porque lo vio sin el cinturón. Como él iba atrás no me había percatado que se lo había quitado”, en ese momento narró que pensó hasta que podía ser arrestada.

“El oficial me perdonó el ‘ticket’ y le dijo a él que no podía quitarse el cinturón que tenía que quedarse ahí. De ahí en adelante, además de que no volvió más a quitarse el cinturón, para él la Policía es algo que es parte de él”.

Su hijo cursa el segundo grado, es muy aplicado, mantiene sus calificaciones excelentes y su clase preferida es la de matemática. A pesar de que le aqueja una afección cardiaca de nacimiento que próximamente requerirá de una complicada cirugía no escatima en repartir amor principalmente a su hermano de 15 años y a su hermana de nueve.

Esto solo le impide correr o recibir emociones fuertes porque le puede faltar el aire, sin embargo, el compromiso de su maestra de salón hogar Sandra Pérez, es tan grande que se queda con el grupo en el salón durante la hora de recreo en otras actividades para evitar que salga al patio.

“A parte de lo que él quiere ser cuando sea grande, nosotros lo apoyamos porque nosotros tenemos la certeza de que cuando sea grande no va a estar en la calle. Ya él tiene en su mente lo que va a ser cuando sea grade. Lo veo bien encaminado y por eso nosotros lo apoyamos”, intervino su padre Brian Rosado.

Su madre afirmó que su niño toma tan serio su rol como futuro policía que un niño le pidió que le mostrara su pistola de juguete y él le respondió que no, “que eso era un instrumento de su trabajo y que ni la pistola, ni la macana ni las esposas son juguetes y él está en el salón ahora mismo con todo su uniforme”.

Brian y sus compañeros continuarán compartiendo en otras actividades navideñas y vienen sorpresas para los policías de los cuarteles de Quebradillas, Camuy, Hatillo y la comandancia de área de Arecibo.