El juez Orlando Puldón, del Tribunal de Carolina, no determinó causa para arresto por un cargo de violación a la Ley contra el Acecho en Puerto Rico contra la vendedora de jugos y aprendiz de influencer Lisha A. Ramón Mejías.

Los cargos fueron radicados por la fiscal Tania Salas quien acudirá en alzada.

Según trascendió en sala, la orden que le fue entregada a Ramón Mejías el 6 de julio no tenía fecha ni estaba firmada. No obstante, en el documento aparece la firma de ella lo que corrobora que fue notificada.

Ayer la expareja de quien era su novio acudió al cuartel de Carolina Norte para querellarse porque observó en la plataforma de Facebook una publicación de Ramón Mejías en la cual la etiquetó en un mensaje que decía, entre otras cosas: “pedirle disculpa pública a ... por las ofensas que tuve hacia ti en mis transmisiones”, en la que lamentaba sus acciones hacia su hijo.

Se alegó que sus expresiones, aunque no constituían una amenaza, suponían una violación a la orden de protección con vigencia del 6 al 14 de julio que fue expedida por la jueza Geisa M. Marrero Martínez, del Tribunal de Carolina, de acuerdo con la investigación que lleva a cabo el agente John Rivera.

También la perjudicada notificó sobre un vídeo editado en la aplicación de TikTok donde se mencionaba su nombre.

El Artículo 4(B)4 establecer que “se incurrirá en delito grave y se impondrá pena de reclusión por un término fijo de tres (3) años si se incurriere en acecho y si se cometiere luego de mediar una orden de protección contra el ofensor, expedida en auxilio de la víctima del acecho o de otra persona también acechada por el ofensor”.

Una perito de la División de Crímenes Cibernéticos extrajo el contenido de los mensajes del teléfono celular de la perjudicada, como evidencia durante la mañana de hoy.

La joven ha estado en el ojo público por varios incidentes, entre ellos, 19 de abril, la jueza Marrero Martínez, del Tribunal de Carolina, atendió un pedido del Departamento de Familia, quien buscaba obtener la custodia de emergencia de su hija, luego de que una mujer se querelló de una agresión sexual en una fiesta convocada por Ramón Mejías.

La fiesta ocurrió en un apartamento alquilado bajo el nombre de “Proyecto X”. En esa vista, se expidió una orden de protección para prohibir que la joven sostuviera relaciones materno filiales con su hija y concedió la custodia de esta a su padre, a quien también le cobija.