Humacao- Tras más de dos meses en negociaciones, la fiscalía y la defensa del convicto expresidente cameral Edison Misla Aldarondo no pudieron llegar a un acuerdo de culpabilidad que evitara otro juicio para el exlegislador novoprogresista.

Por esto, el inicio del proceso de selección del jurado fue pautado para el 17 de enero del 2013, cuando se citarán cinco paneles de posibles jurados para entrevista.

La falta de un acuerdo fue informada al juez Rubén Castro, del Centro Judicial de Humacao, por el abogado Rafael Bermúdez y el fiscal Luis Navas, quienes dejaron entrever en sala lo álgido que parece haber sido el proceso entre las partes.

Mientras, Misla Aldarondo permanecía en silencio a su lado, Bermúdez alegó que su cliente no estaba recibiendo un trato justo, señaló que el Ministerio Público le había dicho que el caso “se tenía que disponer después de las elecciones” generales del pasado martes, y solicitó la desestimación del mismo porque se había vencido el término establecido por ley para la celebración del juicio.

“Se nos hizo una representación de que se podía llegar a un preacuerdo y disponer del asunto. Ante esa representación se nos dijo que el caso se tenía que disponer después de las elecciones”, expresó el abogado en sala.

“Hoy se indica que tiene que ser para el 1 de enero o para el 2 (de enero), después que tome posesión el nuevo Gobierno”, agregó el letrado.

No obstante, el juez rechazó la petición para desestimar los cargos y fijó la fecha para el inicio del proceso de desinsaculación o selección del jurado.

Al salir de sala, el fiscal Navas rechazó las alegaciones de Bermúdez y afirmó que sus superiores optaron por rechazar el acuerdo que ofrecía el abogado, aunque habrían estado dispuestos a uno distinto. Navas no ofreció los detalles del acuerdo que habría favorecido la fiscalía, a pesar de que mencionó la posibilidad de eliminar unas reincidencias.

“Aquí habían unas conversaciones para un posible acuerdo. Él nos había solicitado ese acuerdo y nosotros teníamos que consultarlo con nuestros superiores y nuestros superiores nos dijeron que otro acuerdo sí, pero el que él quería, no lo aceptaron”, puntualizó en el pasillo del tribunal.

“Había un posible acuerdo eliminando unas reincidencias, pero el que él (Bermúdez) ofreció, los superiores dijeron que no. No sé a qué se refiere el licenciado con lo que dijo (en sala)”, reiteró el fiscal.

En el pasillo, ambos licenciados continuaron el careo que inició en sala y que giró en torno al papel de las elecciones en el nuevo caso contra Misla, quien cumple penas de cárcel por corrupción y actos lascivos contra dos menores de 14 años.

“Siempre, lo que se había hablado (para el preacuerdo) era una tentativa del Artículo 2 de la Ley 15 para tres meses de cárcel. Siempre me dijiste después de las elecciones, cuando los periodistas estén ofuscados allá en la transición”, reiteró Bermúdez mientras Navas negaba la información y se alejaba.

El nuevo juicio contra Misla Aldarondo, quien está preso en la Institución 501 del Complejo Correccional de Bayamón, es por violar el Artículo 2 de la Ley 2 del 2011 tras ser sorprendido el año pasado en posesión de un celular en el Centro de Tratamiento Residencial de Humacao, donde estaba recluido.

Misla Aldarondo regresó a la cárcel de Bayamón en medio de señalamientos de irregularidades en su traslado al centro de custodia mínima.

Aunque Misla Aldarondo, quien vestía camisa y pantalón gris, zapatos blancos y estaba esposado de manos y pies, arribó al Centro Judicial de Humacao a eso de las 9:30 a.m. y el caso se llamó varias veces, no fue hasta las 11:55 a.m. que finalmente se ventiló ya que incluso durante la mañana las partes intentaban fijar un acuerdo.

En 2003, el exlíder cameral fue condenado a 10 años de cárcel por cometer actos lascivos contra su hijastra menor de edad, y ese mismo año, se declaró culpable de cargos de tentativa de violación y perversión de menores por otro incidente de agresión sexual, esta vez contra una amiga de su hijastra. Por esto, se le dictaron tres años más de forma consecutiva.

Un año después, en 2004, Misla Aldarondo resultó culpable de 15 cargos de corrupción por la venta del Hospital de Manatí. Por este caso, el tribunal le dictó una pena de nueve años consecutivos con las penas previas, para un total de 22 años de cárcel.