La belleza de nuestras costas y playas es innegable, pero también lo es la peligrosidad que muchas de ellas representan por no ser aptas para los bañistas y la falta de orientación por parte de los visitantes.

La mayoría de los casos de personas ahogadas este año han ocurrido en zonas no aptas para bañistas, según confirmó la inspectora Nilsa Bonilla, comandante auxiliar del Negociado de Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA).

Las estadísticas preliminares de la Oficina de Prensa del Negociado de la Policía de Puerto Rico revelan que hasta el 16 de noviembre han muerto alrededor de 35 personas ahogadas, lo que representa un 81% del total de casos de fallecimientos en circunstancias similares en otros cuerpos de agua o en piscinas.

Se interpreta de estas cifras que, el 37% de las víctimas identificadas son turistas y la mayoría de los decesos son de hombres entre las edades de 24 a 71 años.

La funcionaria considera que ha habido un alza en estas muertes, al igual que ocurrió el año pasado en comparación con el 2019. Aclaró que el Negociado no es el único que participa en los operativos para la recuperación de los cuerpos, los cuales también son realizados por agencias federales.

En lo que va de año, FURA realizó 205 rescates alrededor de toda la Isla, una cifra mayor si se compara con el mismo período en el 2020, agregó Bonilla.

“La mayoría ha sido en áreas que no son designadas para bañistas o en sectores privados; son en playas no aptas para bañistas. Podría decir por el tiempo que llevamos trabajando aquí, que creo que la gente va a consumir alcohol y no tiene la mente tan clara para ver el riesgo y se ponen como atrevidos; no sé si los hoteles están orientando a las personas referente a esto”, comentó la inspectora.

Reiteró en que tanto los ciudadanos de la Isla como los turistas tienen que verificar las condiciones de marítimas, leer los rótulos de advertencia para conocer si se trata de un área prohibida, no estar solos y estar pendientes de las banderas de seguridad.

Precaución este fin de semana

Para este fin de semana de Acción de Gracias, por ejemplo, el Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD), advirtió tener precaución al visitar las playas, pues el Servicio Nacional de Meteorología informó que un sistema de mal tiempo afectará las condiciones marítimas y costeras para las playas del norte, este y oeste de la Isla, incluyendo Vieques y Culebra.

“Sabemos que este fin de semana largo de Acción de Gracias, muchos tienen planes de ir a compartir con la familia y amistades en las playas. Pero, a partir de este jueves hasta el lunes, se espera que se deterioren las condiciones del mar, por lo que hay peligro de corrientes, que pueden tomarle por sorpresa y poner en riesgo sus vidas, así como las de nuestros rescatistas. Lo menos que queremos es tener que el lunes, hacer un recuento de fatalidades por ahogamiento en nuestras playas. Debemos ser prudentes y juiciosos al visitarlas, especialmente si van con menores de edad”, manifestó el comisionado interino de NMEAD, Nino Correa Filomeno.

¿El mejor salvavidas? Orientarse

La inspectora Bonilla mostró preocupación, además, por las personas que se hospedan en viviendas de alquiler a corto plazo, porque no son orientadas sobre las zonas seguras y peligrosas para evitar mayores tragedias.

La bandera verde significa que las condiciones son apropiadas para nadar, la amarilla que se ejerza precaución, porque puede existir algún peligro o que la calidad del agua no es la apropiada; y la roja que hay peligro y que no se permite entrar al agua por seguridad.

La comandante auxiliar de FURA indicó que, como medida preventiva, se incrementa el patrullaje por las playas en temporada alta de turismo, a pesar de que las áreas que tienen que cubrir son extensas.

“Yo creo que el éxito de que haya habido rescates pronto, rápido, es que la embarcación (de las unidades marítimas) está cerca, en el agua. En estas fechas reforzamos la prevención en las zonas donde hay más visitas de turistas y puertorriqueños, como en verano, Semana Santa y entre noviembre y diciembre. Y siempre y cuando las condiciones lo permitan, porque en noviembre el mar se pone malo y eso la gente no lo toma en consideración”, manifestó.

Aseguró que cuentan con las lanchas necesarias para realizar el patrullaje, no obstante, necesitan más agentes para ampliar los horarios, por lo que se encuentran abiertas varias convocatorias para diferentes posiciones y reforzar las unidades marítimas.

En el municipio de San Juan es donde más muertes se han registrado para un promedio de siete, de las cuales cuatro han ocurrido detrás del hotel La Concha, en Condado. Los otros casos se reportaron en la playa que ubica en la parte posterior del hotel Marriott, en El Escambrón y Ocean Park.

Otro de los casos más recientes fue el de la muerte de dos hermanos del estado de Maryland, el 9 de noviembre, en la playa que ubica en el Courtyard by Marriott Isla Verde Beach Resort, tras ser arrastrados por la corriente mientras nadaban.

Ryan y Rawle Fortune, oriundos del condado Prince George’s, viajaron a la Isla para festejar el cumpleaños del último.

Otras tres muertes han ocurrido en la playa que ubica detrás del hotel Wyndham Grand Rio Mar Puerto Rico Golf & Beach Resort, entre el 4 y el 31 de marzo.

FURA recibe apoyo del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y de la Guardia Costanera.

Peligroso Condado

El director de las Unidades Marítima y de Buzos de la Policía Municipal de San Juan, el capitán José Delgado Moreno, confirmó que este mes han aumentado los rescates de turistas en la zona que va de los hoteles Marriott y La Concha, en Condado.

“Hubo una merma en este mes pasado, pero en estos días subió nuevamente con las corrientes marinas… La gran mayoría son turistas, porque ya el puertorriqueño sabe que el área que comprende desde el hotel Marriott hasta el hotel La Concha (es peligrosa). De un 100% me atrevo a decirte que un 95% (de las situaciones de emergencia) provienen de ahí”, observó Delgado Moreno.

Esta es un área que está rotulada y en la que se advierte que no se puede nadar, que hay fuertes corrientes marinas. Sin embargo, los turistas, al notar la zona “tranquila” se aventuran a lanzarse a la playa hasta que, de momento, una ola los arrastra y quedan atrapados en la corriente marina.

La mayoría de estos rescates se hacen en la Plaza del Ancla, porque las corrientes, en su mayoría, se mueven de este a oeste, en dirección hacia el hotel Condado Plaza o pueden llevar hasta la playa de El Escambrón.

Estas unidades realizaron este año rescates no solo de bañistas, sino de embarcaciones a la deriva, las cuales ascienden a 31, una cifra que supera por tres las que fueron documentadas en todo el 2020.

“Este año, definitivamente, ha habido más muertes que el año pasado”, subrayó.

Tan dramática es la situación que, en una ocasión se movilizaron a la zona donde hubo un rescate de tres personas y mientras otras agencias atendían la situación de emergencia, tuvieron que rescatar a corta distancia a una mujer para evitar que se ahogara.

“Ahí en La Concha hay un rompeolas de piedra que la gente camina por encima y llegan a la punta y se quedan mirando desde ahí. Ese rompeolas hace como un recodo, una pequeña curvita y la gente se mete en las piedras porque piensan que están bien, porque no tienen expuesto el mar de frente, porque las olas dan en esas piedras. Ellos lo que no saben es que esa misma ola que está dando en la piedra donde termina el rompeolas se va a meter un chorro que va a entrar por ahí, corre por todas las piedras hacia la orilla, hace como un barrido, los va sacando hacia afuera y se los llevó la corriente”, precisó el capitán.

Recomendó que, si usted confronta una situación como esta, que no intente nadar contra la corriente, que mantenga la calma y flote o que empiece a nadar de forma diagonal hacia la orilla y que evite regresar al área donde fue arrastrado para poder escapar de la zona de peligro.

Mientras, el comisionado de la Policía Municipal de San Juan, José J. García Díaz, dijo que mantienen vigilancia preventiva y permanente en esa zona, de la que se encarga el “Beach Patrol”, que recorren en horario diurno las playas de Ocean Park en el Último Trolley, del Condado y el balneario de El Escambrón en conjunto con la vigilancia costera de la Unidad Marítima.

“Nosotros tenemos patrullaje marítimo y terrestre en conjunto con la Oficina de Manejo de Emergencias Municipal y, a su vez, con la asistencia de la Policía Estatal. El personal también orienta a las personas en relación a las áreas que no son aptas para bañistas y eso se hace continuamente”, reafirmó García Díaz.

La Unidad de Buzos es la única certificada en el ámbito de Ley y Orden en “Public Safesty Diver”, que es el entrenamiento que se exige a todo buzo, incluyendo a los del Negociado del Cuerpo de Bomberos, rescatistas y Policías, con distintos niveles desde recolección de evidencia debajo del agua, en aguas contaminadas y protección de escena, entre otros entrenamientos; y “Technical Diver”, lo que les permite hacer buceadas de descompresión a unos 300 pies de profundidad. También son los únicos certificados en Puerto Rico en buceo en cuevas.

Alertas en Luquillo

A pesar de que ninguna de las playas de Luquillo está en jurisdicción municipal -incluyendo el balneario La Monserrate- y no son aptas para bañistas porque se consideran como de alta energía, hay una serie de iniciativas de prevención que incluyen a voluntarios para evitar estas muertes, de acuerdo con el alcalde interino y secretario municipal, Jardany Díaz Salgado.

En Luquillo han muerto cuatro personas ahogadas en las playas La Pared, Playa Azul, Playa Monserrate (detrás de los quioscos) y Costa Azul, entre el 28 de marzo y el 24 de agosto, de acuerdo con el NPPR.

“El Municipio de Luquillo participa en la orientación que se les brinda a los locales, igualmente a los turistas que visitan las playas, sobre la peligrosidad, como el área de La Pared, Playa Azul, Costa Azul, específicamente cuando la marea alcanza proporciones de riesgo. El área de La Pared y Plaza Azul son playas que todo el año son playas de alta energía”, expuso Díaz Salgado.

De hecho, las playas de La Pared y Playa Azul son las predilectas para los “surfers” por la forma de la ola.

A su juicio, no considera que este año se haya incrementado la cantidad de personas ahogadas en su pueblo, aunque no presentó estadísticas.

Para noviembre y diciembre, con la entrada de los frentes de frío y el aumento en el turismo, activan un plan especial preventivo integrado por la Policía Municipal, la Oficina para el Manejo de Emergencias y organizaciones sin fines de lucro, como el “Luquillo Surf Rescue Services”, que está certificada para rescates en mar abierto, a quienes les proveen de equipo mediante un acuerdo.

“Ellos también instalan un sistema de banderas para que toda esta época estén en color rojo, que representa que la marea y la playa no es apta para bañistas, y periódicamente el alcalde Jerry Márquez se reúne con estos grupos, con la Oficina de Manejo de Emergencias y la Policía Municipal, para coordinar vigilancia adicional o recursos a destinarse para brindar en la medida posible salud y seguridad”, agregó el funcionario.

Además, están activos con la rotulación de las zonas peligrosas y las de protección ecológica, como el anidaje de tinglares.

Aclaró que no hay salvavidas en las playas peligrosas para que los visitantes no piensen que está permitido nadar o que lo vean como una invitación a lanzarse al agua.