Ocupan sistemas de sonido y seguridad en casa del imputado por crimen de biólogo marino
La orden de allanamiento fue expedida después de que se le radicaron los cargos criminales.

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Agentes adscritos al Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Ponce allanaron durante la tarde de ayer, jueves, la residencia de Eduardo Meléndez Velázquez, de 45 años, tras ser acusado por cargos de asesinato en primer grado, tentativa de asesinato, escalamiento y violación a dos artículos de la Ley de Armas de Fuego, por el crimen de su vecino en la calle Star de la urbanización Yidomar, en Yauco.
La jueza Shaquira Negrón Muñoz, del Tribunal de Ponce, expidió la orden que se diligenció a las 3:55 p.m. en busca de evidencia adicional para las próximas etapas del caso.
El inspector Daniel Justiniano, director del CIC de Ponce, explicó que se ocupó el sistema de seguridad y la grabadora de vídeo digital y una bocina con amplificador que estaba en el techo de la estructura, de donde se alega que provenía el sonido de la grabación del canto de coquíes que fue desencadenó en el asesinato.
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La Fiscalía de Ponce será quien determine si esta evidencia será analizada por peritos del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) o por agentes adscritos a la División Técnica de Grabaciones.
La jueza Adria Cruz Cruz, del Tribunal de Ponce, determinó causa para arresto y le señaló una fianza de $1 millón 750 mil, la cual no prestó por lo que fue encarcelado en el Complejo Correccional Las Cucharas, en ese municipio.
La vista preliminar fue pautada para el 29 de julio.
Al enfermero se le imputa el asesinato del fundador y director ejecutivo de la organización Protectores de Cuencas, Inc., Robert Viqueira Ríos, de 49 años, ocurrido en la noche del martes, motivado por una disputa vecinal por el alto volumen de una grabación de sonidos del canto de coquíes.
Surge de la pesquisa que a eso de las 11:19 p.m. Viqueira Ríos salió armado de su residencia contigua a la de su vecino y desde un portón que conduce a su patio le llamó la atención sobre el extraño sonido que no le permitía dormir a su familia.
Meléndez Velázquez caminó hacia su vivienda, que está unida a la del biólogo por una pared, y le disparó en múltiples ocasiones con un arma larga, más corta que un rifle (pistol). En el lugar estaba la esposa del científico quien resultó ilesa.
Ambos poseían licencias de portación de armas de fuego.
En la escena se recuperaron 23 casquillos como evidencia.
El sospechoso permaneció en la escena y se entregó a las autoridades.
“Cuando llegaron los agentes de la Uniformada, y van a la marquesina de su casa, el enfermero les indicó: ‘yo lo maté’ y se entregó”, reveló, por su parte, el teniente Félix Guilbe, director de la División de Homicidios del CIC de Ponce.
Surge de la pesquisa que desde el año 2020 al 2021 surgieron desacuerdos entre los vecinos, por incidentes de ruidos y la construcción de una verja en una colindancia de terreno, entre otras causas. Estos incidentes se ventilaron en el tribunal por la vía civil, pero no se radicaron querellas en el Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR), agregó el teniente Guilbe.
Viqueira Ríos no llegó a disparar la pistola que portaba, la cual se ocupó cerca del cuerpo.
Al enfermero le ocuparon dos armas de fuego en la escena y nueve que guardaba en una bóveda.
Los investigadores descargaron vídeos de seguridad de la casa de la víctima en la que se captó el incidente.
La agente Ivelisse Maldonado, adscrita a la División de Homicidios del CIC de Ponce, y la fiscal Natalia Pizarro investigaron la escena.