El comandante Wilson Lebrón, director del Negociado de Drogas, Narcóticos, Control del Vicio y Armas de Fuego, sostuvo que la intervención en la barriada La Perla en el Viejo San Juan pudo haber frenado una masacre ya que al momento de la incursión para diligenciar varias órdenes de allanamiento en medio de la oscuridad se encontraron con un grupo de sicarios vestidos como policías buscando a sus objetivos en sus casas.

“Nos disponíamos a diligenciar unas órdenes de allanamiento, cuando entremos vemos a otro grupo de policías que pensábamos que por causalidad también llevaban a cabo un operativo, tenían el mismo uniforme, chalecos antibalas y armas largas. Cuando se percatan que nosotros no éramos de su grupo se inició una persecución a pie por los callejones”, narró Lebrón.

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Se informó que hasta el momento hay tres arrestados y se han ocupado 14 armas de fuego que fueron lanzadas en la huida por los gatilleros, que estaban tocando a las puertas de varias residencias llamando a varias personas.

“Todo fue el factor sorpresa, tanto para ellos como para nosotros, ellos estaban esperando fuego de la otra parte también por eso llevaban los chalecos. Pudo haber una masacre allí”, exclamó el comandante.

Se estima que había más de 10 personas involucradas.

Al presente, no se ha revelado la identidad de los detenidos y si su objetivo era tomar el control del trasiego de sustancias controladas en esa comunidad.

De otra parte, mediante confidencias los agentes ocuparon 16 kilos de cocaína en un apartamento abandonado y en un vehículo del residencial Luis Llorens Torres en Santurce.

La intervención formó parte de un triple operativo realizado por el Negociado de la Policía de Puerto Rico.