Operativo por venta ilegal de Percocet, la droga de moda
El operativo se llevó a cabo en residenciales de la zona metropilitana.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Como parte de un esfuerzo para desarticular organizaciones que venden fármacos en los puntos de droga, el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) y la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) encabezaron un operativo ayer por la mañana en varios residenciales de la zona metropolitana contra una banda que se especializaba en la venta de oxicodona, un potente analgésico que es uno de los ingredientes principales de la pastilla Percocet.
Algunos estimados ofrecidos por las autoridades apuntan a que la organización criminal, que estaba compuesta por una cantidad considerable de mujeres, generó cerca de $4 millones durante los tres a cuatro años que estuvo operando en el complejo público Jardines del Paraíso de Río Piedras, entre otras localidades de la capital y de Trujillo Alto.
“Se ha registrado un aumento alarmante de la venta de Percocet. Es la obligación de la farmacia reportar cualquier receta dudosa”, sostuvo el director del FBI en Puerto Rico, Luis Fraticelli, durante una conferencia de prensa en la que participaron altos funcionarios de la FDA y la jefa de la Fiscalía Federal, Rosa Emilia Rodríguez Vélez.
Un Gran Jurado Federal emitió una acusación contra 17 miembros de la presunta banda criminal el pasado 11 de enero que contiene 19 cargos de posesión y distribución de sustancias controladas. Hasta la tarde del jueves, se había dado el arresto de unos 15 acusados, entre ellos el presunto cabecilla de la organización, José Martínez Betancourt, mejor conocido como “Peluche”. El detenido no guarda relación alguna con uno de los más buscados por los alguaciles federales (US Marshals), Jaime Dávila Reyes, que también se conoce por el mismo apodo.
La investigación federal contra la organización se extendió entre agosto de 2009 y diciembre de 2010. Según el pliego acusatorio, la banda utilizó las identidades de siete doctores para obtener las drogas en las farmacias a través de las recetas fraudulentas. Las autoridades aseguran que el presunto cabecilla de la banda poseía las identidades y que el resto de los acusados recibían las recetas falsificadas y, en muchas ocasiones, la documentación de otros ciudadanos cuyas identidades también habían sido robadas como parte del esquema para obtener las drogas.
“La adicción de drogas recetadas es un problema serio y la acusación evidencia nuestro compromiso para proceder de manera agresiva contra los narcotraficantes que ponen en peligro nuestras comunidades con la venta de drogas controladas, independientemente de cuál sea el narcótico”, aseguró Rodríguez Vélez.
Por su parte, el jefe de la FDA en Puerto Rico, Ralph Culkin, aseguró que el crecimiento registrado en la venta de drogas recetadas en los puntos de droga atenta contra el despacho legal de las drogas. “Las drogas prescritas que se obtienen de manera ilegal representa una amenaza seria contra la salud pública”, sostuvo el funcionario federal.