La Oficina de Servicios con Antelación al Juicio (OSAJ) reemplazó el grillete a Pablo Casellas Toro el pasado martes luego que el aparato electrónico que utiliza sonó en sala en medio de la selección de jurado.

Mientras, la defensa del corredor de seguros, acusado de matar a su esposa Carmen Paredes Cintrón reiteró su preocupación de que a través del aparato electrónico se escuchen las conversaciones que sostienen con su cliente.

"Hasta que yo no esté claro cómo es que funciona el sistema y cuál es la manera en que se activa el sistema, yo siempre voy a estar preocupado", indicó Harry Padilla Martínez durante un receso para que los candidatos a jurado consumieran su merienda.

"(Las conversaciones con Pablo) las voy a tratar de evitar hasta que eso no se aclare", agregó Padilla Martínez, quien dijo que el aparato fue reemplazado el martes, pero que desconoce la razón para el cambio.

La inesperada activación del grillete de Casellas Toro el martes pasado alarmó a los abogados defensores porque surgió luego de una investigación del Centro de Periodismo Investigativo que reveló que los grilletes electrónicos con Sistema de Posicionamiento Global (GPS) tienen capacidad para realizar llamadas y, por consiguiente, escuchar las conversaciones de la persona que porta el aparato.

Después del incidente, la defensa realizó un planteamiento en corte abierta ante el José Ramírez Lluch, del Tribunal de Bayamón. A petición del juez envió ayer una carta al director de OSAJ para obtener información sobre el funcionamiento del polémico aparato.

Al igual que el martes, el Ministerio Público restó importancia al incidente.

"(Ocurrió) lo normal que ocurre cuando la batería está a punto de agotarse en un grillete tipo GPS", afirmó Sergio Rubio, uno de los tres fiscales del caso.

 "Hay una notificación de parte de la compañía de Estados Unidos encargada del monitoreo para indicar que la batería está baja", agregó.

Sigue la selección de jurado

Mientras, en la sala 706, que preside Ramírez Lluch continuó esta mañana la selección del panel de ciudadanos que juzgará a Casellas Toro, quien llegó caminando apoyado de un andador.

La jornada arrancó con 50 hombres y mujeres, pero en el transcurso del proceso se han marchado 13 por razones de conflictos con el trabajo o por no residir en la región judicial de Bayamón.

Las labores empezaron cuando el magistrado tomó un juramento preliminar a los candidatos y ofreció una breve explicación del proceso. Luego proyectó a los potenciales jurados las fotografías de los 68 testigos de cargo para saber si los conocían.

Casellas Toro, sentado junto a sus abogados Padilla Martínez, Juan Ramón Acevedo Cruz y Arturo Negrón García, también miró hacia las pantallas donde se proyectaban las imágenes.

Entre los testigos se encuentran el juez Salvador Casellas, padre del acusado, su hija Carolina, su suegra Aracelis Cintrón, la patóloga Rosa Rodríguez y el médico Ignacio Echenique.

La selección de jurado sigue en la tarde.