El primer sacerdote católico arrestado por las autoridades federales por tráfico sexual de menores y transportar a un menor con fines de índole sexual ilícito hizo alegación de no culpabilidad y adelantó que desea ver pronto el juicio en su contra.

El abogado de Israel Berríos Berríos, Héctor Guzmán, director de la Oficina del Defensor Público federal, adelantó esta tarde que su representado desea ver el juicio en su fondo "lo antes posible", por lo que no renunciaba en su derecho a juicio rápido.

El magistrado federal Marcos E. López le indicó que el juez de distrito que presidirá el caso, Jay García Gregory, será quien dispondrá el calendario del caso.

Hoy, lunes, estaba pautada la lectura de acusación contra el sacerdote suspendido, quien hizo alegación de no culpabilidad a través de su representante legal.

Se suponía se viera también la vista de fianza, pero Guzmán solicitó tiempo al magistrado para verla en otro momento, dado a que necesita entrevistar personas y traerlos como testigos a la vista, que se pospuso para este jueves por la tarde.

De hecho, al terminar la vista, el abogado se reunió con varios feligreses y personas que apoyan al acusado que estuvieron presentes en sala.

El padre Israel, como era conocido en Aibonito y en otros pueblos donde ejerció el sacerdocio, permaneció tranquilo, esposado y con uniforme de preso.

El fiscal del caso es Marshal D. Morgan.

Berríos Berríos fue detenido por agentes de la Oficina de Seguridad Interna del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE-HSI) el martes, 13 de mayo, en su residencia en Naranjito.

Según la pesquisa, el acusado, de 58 años, enfrenta cuatro cargos por supuestamente abusar sexualmente de uno de los monaguillos de la Iglesia San José, en Aibonito, donde era cura. Se alega que el sacerdote incurrió en estos actos desde que la víctima tenía entre siete y ocho años de edad. Ahora tiene 21 años y los alegados actos continuaron hasta hace unos tres años.

El religioso se convirtió en su guía espiritual y en una especie de figura paterna para el entonces menor, convirtiéndose hasta en su padrino de confirmación. Se alega que fue "preparándolo" regalándole consolas de videojuegos, cámaras, dinero, computadora, viajes y hasta un carro.

Berríos Berríos fue descrito como "depredador por excelencia" y "lobo con sotana" por el director del ICE-HSI en Puerto Rico, Ángel Meléndez.

Los cargos en su contra a nivel federal son por llevarlo de su casa en Aibonito hasta el hogar del acusado en Naranjito para sostener actos sexuales ilegales entre 2007 y 2008, y por un viaje a Miami para tomar el crucero "Majesty of the Seas" por las Bahamas del 21 al 30 de julio de 2008, cuando el menor tenía entre 14 y 15 años.

De ser encontrado culpable, Berríos Berríos se expone a una pena desde 10 años de cárcel hasta cadena perpetua.

A nivel estatal, el acusado enfrenta dos cargos por actos lascivos relacionados a los mismos hechos bajo los incisos que estipulan que el victimario se pudo haber aprovechado de su posición de autoridad como líder religioso para cometer los delitos y por cometer los hechos contra un perjudicado que era menor de 16 años.

El caso estatal se verá en el Tribunal de Primera Instancia de Aibonito.