A primera vista parecía otro caso de contrabando en el Centro Metropolitano de Detención (MDC) de Guaynabo. Un hombre le lleva a otro drogas durante la hora de visita en la Cárcel Federal. Pero lo que hace este caso peculiar es que el padre era el suplidor y el hijo el  destinatario de la droga.

Hoy por la mañana se declaró culpable Geovanni Pacheco Negrón de cargos de drogas relacionados con las sustancias controladas que le entregó su padre,  Antonio Pacheco Mora. Éste también  se declaró culpable por los mismos hechos ante el magistrado federal Bruce McGiverin el pasado cuatro de octubre.

Según se desprende de la denuncia  redactada por el agente del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) asignado al caso, una llamada telefónica del confinado fue todo lo que se necesitó para que su progenitor se personara en MDC  con la droga el pasado 12 de junio.  Como se le requiere a los visitantes, el padre firmó un formulario en que negaba poseer drogas ni ningún otro material ilegal, pero dentro de una faja guardaba 31.3 gramos en píldoras del analgésico Oxicodona y 5.8 gramos de marihuana. Se reunió con su hijo en un cuarto de visita y sigilosamente se sacó la tela para colocarla sobre una mesa, debajo de una servilleta. Oficiales de la institución detuvieron al padre e hijo luego de percatarse que el confinado intentó introducir la droga por su recto utilizando un cilindro.

 “Yo padezco de depresión y soy hiperactivo”, indicó Pacheco Negrón ante el juez federal Francisco Besosa.  El confinado negó que hubiese tenido la intención de distribuir las drogas dentro de la cárcel. Tanto padre e hijo serán sentenciados por el mismo juez.