Los progenitores de Christian Serrano Chang, el maestro de educación especial que está acusado de matar a golpes a un chiquillo de apenas dos años, no salen de su indignación.

Luego de que Christian fuera acusado de asesinato en primer grado, alegan que han encontrado inconsistencias en la investigación que lo incrimina con lo que le ocurrió al pequeño Dylan Díaz.

Desde la hora en que supuestamente el hombre llegó aquel 10 de agosto a la casa de su novia Rayma Salgado Torres, madre del menor y también acusada de asesinato en la modalidad de negligencia, las cuatro versiones que ella ha dado a las autoridades, hasta lo que han dicho vecinos sobre cómo vieron al niño en mal estado antes de que Christian llegara al lugar, poco coinciden entre sí, aseguran Jacqueline Chang y José Cruz Feliciano.

Ambos denunciaron que la presión pública sobre el gobierno y el sistema de justicia, el hecho de que la víctima fuera apenas un bebé, y la brutalidad de los daños en su cuerpecito, apuraron a la fiscalía a buscar un “chivo expiatorio”.

Cruz Feliciano dijo que hay prueba exculpatoria que no se ha considerado en los procesos judiciales contra su hijo.

“Todo esto fue un proceso viciado, en 36 horas sometieron el caso… ¿qué investigación se puede hacer en ese periodo de tiempo?”, cuestionó el padrastro de Christian, quien afirmó que su hijastro estuvo sin abogado en la primera entrevista que le hicieron, lo que violó sus derechos constitucionales.

El padrastro no descarta que los líos de ascensos y despidos en la Comandancia de Arecibo, donde él era teniente coronel, hubiesen tenido algo que ver con la pronta acusación.

También se cuestionan cómo es que le ofrecieron un acuerdo a la madre del niño, quien supuestamente tiene antecedentes por uso de drogas y ya se le investigaba hace unos meses en el Departamento de la Familia por una fractura en el tobillo de Dylan. En contraposición, destacaron que Christian no tiene antecedentes y sus referencias de trabajo como maestro en un salón con ocho estudiantes de educación especial, son excelentes.

“Lamentablemente, Christian se juntó con la persona equivocada. Ella lo manejó todo a favor de ella”, dijo visiblemente triste la mamá de Christian. “Pero estar con ella, no lo hace a él un asesino”, agregó.

¿A él no le preocupaba que ella supuestamente usara drogas, él no sabía eso?

De esa parte no sé decir, contestó la madre, quien no obstante recordó que uno de los cargos que se sometió contra él fue por posesión de marihuana y no prosperó en la vista de causa para arresto, que es la primera de todo el proceso.

Sin embargo, a Christian no le hicieron prueba de detección de drogas, reconoció Harry Olivero Llorens, uno de los abogados.

Goodwin Aldarondo Jiménez, otro de los abogados de Christian, dijo que el acusado “fue el único que ayudó al menor en el estado en que estaba… y lo cargó en sus brazos y lo llevó al hospital”.

Se refería a que el nene estaba excesivamente pálido y con los labios morados. Como Dylan no mejoraba, entonces Christian alegadamente lo metió en la bañera. Seguía sin reaccionar y entonces, mientras intentaba darle resucitación cardiopulmonar, lo llevó al hospital, contaron sus allegados.

El investigador privado Fernando Fernández, quien forma parte del equipo de defensa de Christian, señaló que ha encontrado pruebas de que el menor era víctima de un patrón de maltrato desde antes de que Christian lo conociera.

¿Y nunca se percató de ese maltrato?

Él llegaba a casa de Rayma tarde, después de las 9:00 de la noche y casi siempre los nenes ya estaban durmiendo.

Lo que esperan es que se haga justicia y salga a relucir la verdad.

“Si yo tuviera alguna duda de su inocencia, yo no lo dejaba de amar, pero tampoco estaría aquí defendiéndolo”, declaró Chang.