El engorroso proceso para escoger a los ciudadanos que juzgarán a Pablo Casellas Toro ha estado caracterizado esta semana por situaciones inesperadas.

Hoy, jueves, el hombre acusado de asesinar a su esposa Carmen Paredes sufrió un mareo en la Sala 706, que preside el juez José Ramírez Lluch, del Tribunal de Bayamón.

En la tarde, el magistrado realizaba preguntas a los candidatos a jurados cuando Casellas Toro comenzó a sudar profusamente. Sentado al lado de sus abogados, Juan Ramón Acevedo Cruz y Harry Padilla Martínez, el rostro del corredor de seguros se tornó pálido.

Ante la situación, Ramírez Lluch decretó un receso para la merienda. Casellas Toro tomó agua e ingirió unas pastillas. Poco después, un alguacil llevó un abanico a la sala, cuya temperatura se mantiene templada, debido a problemas con el acondicionador de aire.

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Más tarde, la enfermera del Centro Judicial de Bayamón arribó a la sala con un sillón de ruedas para sentar al acusado, tomarle la presión y realizarle una prueba de azúcar. En ese momento, Casellas Toro no paraba de sudar.

Transcurrieron los minutos y una vez Casellas Toro se recuperó el proceso continuó, pero por un periodo breve.

A su salida de sala, el licenciado Padilla Martínez no especuló sobre las razones para el percance de salud de cliente, que se observa demacrado y flaco tras su última hospitalización.

El martes pasado, el grillete del hijo del juez federal Salvador Casellas sonó mientras el abogado Padilla Martínez realizaba preguntas a una jurado de otros paneles.

La inesperada activación del aparato causó alarma a sus abogados, quienes temen que sus conversaciones con Casellas Toro se escuchen a través del grillete. Hoy, jueves, también trascendió que en varias ocasiones el grillete del acusado se ha prendido y el acusado le ha hablado al aparato.

Padilla Martínez indicó que la Oficina de Servicios con Antelación al Juicio (OSAJ) reemplezó el grillete el mismo martes.

"Hasta que yo no esté claro cómo es que funciona el sistema y cuál es manera en que se activa el sistema, yo siempre voy a estar preocupado", indicó.

"(Las conversaciones con Pablo) las voy a tratar de evitar hasta que eso no se aclare", agregó.

Después del incidente, la defensa realizó un planteamiento en corte abierta ante el juez Ramírez Lluch y envió una carta al director de OSAJ para obtener información sobre el funcionamiento del aparato.

Al igual que el martes, el Ministerio Público restó importancia al incidente.

"(Ocurrió) lo normal que ocurre cuando la batería está a punto de agotarse en un grillete tipo GPS", afirmó Sergio Rubio, uno de los tres fiscales del caso.

"Hay una notificación de parte de la compañía de Estados Unidos encargada del monitoreo para indicar que la batería está baja", agregó.

Sigue la selección de jurado 

La selección de jurado entró hoy, jueves, en su octavo día.

La jornada arrancó con 50 hombres y mujeres, pero en el transcurso del proceso se han marchado 14 por razones de conflictos con el trabajo, por no residir en la región judicial de Bayamón y un hombre que conoce a la fiscal Janet Parra.

Los trabajos empezaron cuando el magistrado tomó un juramento preliminar. Luego de una breve explicación proyectó a los potenciales jurados las fotografías de los 68 testigos de cargo.

Casellas Toro, sentado junto a sus abogados, también miró hacia las pantallas donde se proyectaban las imágenes.

Entre los testigos se encuentran el juez Salvador Casellas, padre del acusado, su hija Carolina, su suegra Aracelis Cintrón, la patóloga Rosa Rodríguez y el médico Ignacio Echenique.

La selección de jurado sigue mañana, viernes.