Josefina Rivera Matías y Carlos Camacho Maldonado, pareja que estuvo fugitiva por seis años y que ocuparon la lista de los criminales más buscados en Puerto Rico, se declararon culpables este lunes de cometer actos lascivos contra dos menores luego de alcanzar un acuerdo con el ministerio público.

Hoy, durante una vista sobre el estado de los procedimientos ante la jueza Gisela Alfonso Fernández, del Tribunal de San Juan, la fiscal Maritza Valero Ramírez, de la Unidad Especialidad de Violencia Doméstica, Delitos Sexuales y Maltrato a Menores informó que el acuerdo consistía en rebajar los tres cargos de agresión sexual a tres cargos de actos lascivos.

Como parte del acuerdo, la fiscal recomendó una pena de cárcel de 2 años por cada cargo para Rivera Matías, contra quien pesaban los cargos en su modalidad de cooperadora, y de 5 años de cárcel por cada cargo para su compañero Carlos Camacho Maldonado.

Las penas, según la recomendación, se cumplirán de forma concurrente.

El nombre de ambos convictos también aparecerá en el Registro de Ofensores Sexuales.

Este acuerdo contó con la aprobación de la mamá de la víctimas, que reside en los Estados Unidos con sus dos hijas, y con el visto bueno del Fiscal General, José Capó.

Así las cosas, la jueza Alfonso Fernández entrevistó a los acusados, quienes afirmaron que renunciaban al juicio por jurado y que la alegación ocurría sin que mediara la amenaza o la coacción.

Entonces acogió la recomendación de la fiscal y sentenció a Camacho Maldonado a 5 años de cárcel y a Rivera Matías a 2 años.

La jueza relevó a los ahora convictos del pago de la pena especial, que sirve para nutrir el Fondo de Víctimas de Delitos.

Previo a la alegación de culpabilidad, ambos acusados discutieron el acuerdo con sus abogados Valerie Rivera Vargas, quien por designación de oficio representó a la mujer, de 59 años, y con Carmelo Dávila Torres, quien por designación de oficio representó al hombre, de 52 años.

A su salida de sala, ninguna de las partes realizó comentarios.

Los hechos de este caso ocurrieron entre enero y febrero de 2007, en el residencial público Brisas de Cupey. Durante este período, Rivera Matías supuestamente le solicitaba a su vecina la asistencia de sus hijas, de 5 y de 7 años, para que la ayudaran en las tareas domésticas del hogar, de acuerdo a la información que la Policía ofreció luego del arresto de Rivera Matías.

Una vez las menores llegaban a su apartamento, Camacho Maldonado las agredía sexualmente.

El 15 de noviembre de 2007, las autoridades radicaron cargos en ausencia contra la pareja. Seis años después, la Policía arrestó a Rivera Matías en el barrio San Isidro de Canóvanas. Dos días más tarde su compañero se entregó a las autoridades.